“Pacificum, el retorno al océano” es el primer documental peruano en llegar a nuestra cartelera este año, tras su exitoso paso por el Festival de Cine de Lima, donde recibió el premio del público. Conversamos con su directora Mariana Tschudi, quien nos contó el origen de este proyecto sobre el mar peruano, el trabajo que realizó en conjunto con el cineasta Héctor Gálvez para la escritura del guion, los retos que enfrentó durante el rodaje y los próximos pasos para la distribución de la película, en festivales y plataformas de streaming.
Mariana, ¿cómo nació la idea de realizar este documental sobre el mar peruano?
Se originó con Henry Mitrani, quien es uno de los productores de la película. Él quería hacer un libro sobre el mar peruano y quería que la fotógrafa aérea Evelyn Merino Reyna haga las fotos. Entonces comenzaron a desarrollar la idea y después Evelyn propuso que el libro venga con un video, porque el video llega de otra manera a la gente. Poco a poco, la idea de hacer el video empezó a agarrar cada vez más peso, el libro desapareció y el video se convirtió en una película. Evelyn me pidió que dirija el documental, pues hemos trabajado juntas. Lo que ella buscaba era tejer toda esta información científica con mucha sensibilidad. Yo estoy totalmente agradecida por este proyecto. Para mí fue un gran regalo y lo sigue siendo.
¿Cómo fue el proceso de escritura del guion junto a Héctor Gálvez?
Fue maravilloso. Ha sido un tremendo aprendizaje para mí. Héctor tiene una técnica impecable. Solo el esquema nos demoró tres meses, hasta que realmente cuajó. Él quería coescribirlo conmigo porque yo venía empapada del tema del mar peruano desde hacía cinco años. Y si bien él sabe muy bien cómo escribir un guion, no conocía este tema; entonces optamos por escribir juntos el guion.
¿Cuánto duró todo el proceso de escritura?
Aproximadamente un año. Claro, no ha sido un año seguido, a veces lo dejábamos un mes y después lo volvíamos a retomar. El guion tiene que ver con las entrevistas que le hacíamos a cada uno de los personajes. A veces los entrevistábamos y las palabras no salían de la manera adecuada, no cuajaba y teníamos que volver a entrevistarlos, porque las respuestas tienen que salir de ellos necesariamente, no podemos imponerles qué decir, pero sí tratar de sugerirles. Es una chamba en la que hay que tejer fino.
Un aspecto que llama mucho la atención es la fotografía. ¿Cómo fue el trabajo en equipo para lograr encuadres tan impactantes?
Mario Bassino se encargó de la cámara principal y nos acompañó a varios de los viajes. Sin embargo, como este documental tiene tanto trabajo de fotografía a diferentes niveles, nos pidió no aparecer en los créditos como director de fotografía, sino como cámara principal. La directora de la fotografía aérea es Evelyn Merino Reyna y el director de la fotografía submarina es Yuri Hooker, quien se quedaba varias horas grabando un animal marino y esperaba a que salga el encuadre perfecto. Al final, gran parte de la dirección se ha dado en la sala de edición, de la mano con Antolín Prieto.
¿Al haber manejado cámaras en aire, mar y tierra, cómo lograron encontrar una estética común para estos tres niveles diferentes?
Nos interesaba mucho la estética, mostrar tomas que le permitiesen disfrutar al espectador. Eso era algo que todos sabíamos y que cada uno buscó a su estilo. Evelyn y yo tenemos un ojo muy parecido, entonces ahí estábamos totalmente alineadas. Con Mario también fue fácil alinearse.
De todos los lugares donde filmaron, ¿cuál supuso el mayor reto técnico o logístico?
Definitivamente fue Arequipa, primero porque no se podía llegar en auto a las zonas donde grabamos, teníamos que ir en bote; entonces es más complicada toda la logística de cómo llevar las baterías o grupo electrógeno. Además, el mar de allá es más agreste y más frío, es de corrientes difíciles. Ese fue nuestro buceo más complicado y más profundo. Incluso tuvimos un gran susto, hemos estado en peligro, no sé si de muerte, pero sí…
¿En peligro de extinción?
Sí, en peligro de extinción (risas). Estábamos tratando de buscar una cueva a 40 metros de profundidad. Mientras más bajas, hay más presión y se consume más el oxígeno. Entonces, Yuri me dijo “Anda bajando, porque la toma está linda. Tú baja y yo te voy a filmar de acá arriba”. Pero no contábamos con que había una corriente que me iba a llevar a otro punto y cuando Yuri bajó no nos encontramos. En ese momento entré en ataque de pánico. Ya iba comenzar a subir desesperada, cuando felizmente me acordé que si subía demasiado rápido, me podía desmayar en el camino. Tienes que subir a un ritmo más suave, a 10 metros por minuto. Respiré tranquila, hasta que vi la luz de Yuri. Cuando fui a buscarlo, pensé decirle que nos vayamos de inmediato, que esto era una locura, pero mientras iba, agarré mi cámara y seguí filmando, mi mente ya estaba en otra cosa. Valió la pena, porque esas imágenes quedaron en la edición final.
La película ganó el premio del público en el Festival de Cine de Lima. ¿Qué factor consideras que hizo que conectara tan bien con el público?
Como dice Evelyn, todos estamos conectados con el agua, porque todos venimos del agua. Es como si algo resonara en tu interior, como si recordaras de dónde vienes. El agua es tu madre. Entonces apenas ves algo que conecta contigo, te emociona, porque más allá de que la música emociona, que las tomas son lindas y el mensaje es bonito, más allá de todo eso, lo que conecta es que estás recordando de dónde vienes y quieres cuidar tu esencia, tu origen.
En los créditos finales de la película, aparece entre los agradecimientos Tondero Films. ¿Ha habido alguna participación de ellos?
Sí, en la distribución. Antes del Festival de Cine de Lima, invitamos a uno de los screenings a Cecilia Gómez De La Torre, Gerente General de Tondero Distribución, y ella se emocionó hasta las lágrimas, se comprometió de corazón y dijo “Yo quiero que todos los peruanos vean esta película, esto va más allá de si va a ser comercial o no”. Así fue como Tondero se unió a nosotros y ahora nos está ayudando en toda la fase de distribución.
¿Ellos los ayudarán con la distribución solo a nivel nacional o también internacional?
Todas las etapas de distribución. Están intentando llegar también a Netflix y a Discovery Channel, están tocando puertas por diferentes lugares.
¿Además tienen planeado enviar la película a festivales internacionales?
Sí, hemos aplicado a algunos festivales, pero todavía no tenemos respuesta. La idea es llevarla afuera y adentro del Perú, que llegue a donde tenga que llegar.
Cuéntanos sobre tu experiencia previa antes de “Pacificum, el retorno al océano”.
Delia Ackerman y yo dirigimos un cortometraje sobre el mar peruano llamado “Madre Mar”, entonces ya estaba metida en el tema cuando Evelyn me llamó. También he realizado varios videoartes, por lo que el mundo audiovisual sí me es familiar. Con esta película he aprendido mucho, porque felizmente todo el equipo es gente muy capacitada, he aprendido de Mario Bassino, Antolín Prieto, Héctor Gálvez, de todos. Para mí esto ha sido un lujo.
¿Esta experiencia te ha motivado a realizar otro largometraje documental más adelante?
Sí, no cierro las puertas a nada. Actualmente estoy más metida en el mundo del teatro, performance, espectáculo, danza y me está fascinando. El 29 de setiembre se estrena el espectáculo “La Muyuna” en el Teatro Yuyachkani, donde estoy viendo las animaciones y las creaciones visuales. Entonces, siento que todo se une, no hay un límite claro entre una cosa y la otra. Quizás también la próxima vez puedo actuar, no lo sé.
Entrevista realizada en San Isidro el 21 de septiembre de 2017.
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