El 2018 ha sido un año récord para la taquilla del cine peruano. Nunca antes, desde el inicio del “boom” en el 2013, se había registrado una asistencia tan grande a películas nacionales, sumando casi 7 millones de espectadores una vez terminado el ciclo de “Asu Mare 3”, gran triunfadora del año a nivel comercial. Así mismo, por primera vez se logró estrenar una película peruana mensualmente y por primera vez, todas las películas del Top 10 de estrenos nacionales lograron acumular cifras de seis dígitos en sus respectivas taquillas (el total de películas que lograron tal hazaña fue de 12).
Bajo estas mediciones, no sería errado referirse al 2018 como el año más exitoso para el cine peruano a nivel de taquilla, pero antes de lanzar tal afirmación convendría observar al detalle las cifras que nos ha dejado el año. ¿Qué hay detrás de ellas? ¿Qué géneros fueron los más consumidos y cómo este consumo impacta en la cifra final del año? A pesar de su volumen generoso, ¿constituye este un año de crecimiento en el mercado? Siendo el sexto año consecutivo con taquillas millonarias, ¿ha llegado por fin el momento de hablar de una industria de cine peruano consolidada?
En los siguientes artículos, intentaremos dar respuestas a estas y otras preguntas que surgen luego del análisis de la taquilla anual del cine peruano.
De reyes y salvadores
Sobre el género estrella, la casa productora dominante y cómo su éxito define el crecimiento de la taquilla peruana.
Si han seguido los análisis publicados en años previos, no será ninguna sorpresa para ustedes ver que la comedia es el género estrella del cine peruano. Ningún otro puede comparársele a nivel de cantidad de estrenos ni de captación de público. En lo que respecta al primer punto, desde el año 2016, la comedia logra tener más estrenos que el drama, único género con el que rivaliza en ese aspecto, y desde el inicio del “boom” en el 2013 ha conseguido taquillas de más de 2 millones de espectadores anualmente.
Como se puede ver en el cuadro de arriba, el género rey ha vivido en el 2018 su año más exitoso, superando la valla de espectadores de 2015 y viendo un crecimiento general en sus porcentajes de asistencia y presencia en el mercado frente al año 2017 (4% y 11% más, respectivamente). 66% del público que vio una cinta nacional en 2018, consumió una comedia y el 48% de películas peruanas estrenadas en 2018 fueron comedias (11 películas en total, de las cuales 9 se encuentran entre las 15 más taquilleras del año).
Esta abrumadora dominancia arroja una primera conclusión sobre el “éxito de la taquilla peruana en el 2018”: cuando hablamos de ella, en verdad nos referimos al éxito de la taquilla de la comedia peruana y lo hemos estado haciendo desde hace 6 años. La supremacía descomunal de este género frente a los demás ha sido el gran sostén de la taquilla anual de nuestro cine y es momento de sincerar esa realidad.
Desde el año 2013, lo que hemos visto en las cifras ha sido a la comedia sosteniendo sobre sus hombros el éxito de nuestra taquilla anual y llevar las cifras a alturas esperanzadoras, después de todo, es innegablemente bueno que año a año hayamos tenido una asistencia a películas locales que supere siempre los 3 millones de espectadores. Sin embargo, este monopolio rara vez es expuesto en los análisis, por lo que el triunfo de un género se entiende como el triunfo de todos y proyecta la imagen de un mercado competitivo, parejo y balanceado.
Como muestran los cuadros, dicha imagen es irreal, pues nos encontramos ante un mercado dominado por un solo género, un monopolio cuyos réditos pueden ser celebrados, pero también deben ser analizados a detalle para así estar en la capacidad de comprender las fluctuaciones de nuestro mercado cinematográfico y evaluar su sostenibilidad a lo largo del tiempo. Si bien el dominio de la comedia ha logrado sostenerse (y sostenernos) durante 6 años consecutivos, no está exento de sufrir un estancamiento o un declive que afectaría duramente a nuestra taquilla anual, dado que su longeva y desigual supremacía ha hecho que los demás géneros no estén en capacidad de sostener una hipotética caída del género rey.
Un escenario similar a este se puede observar cuando se ponen bajo la lupa las cifras de las casas productoras locales, donde también existe un monopolio y dominio incuestionable de una por encima del resto. Y es que, si la comedia es el género rey del cine peruano, Tondero es su homólogo absoluto en casi todos los aspectos y, al igual que con la comedia, hablar del éxito del cine peruano en los últimos años ha sido hablar del éxito de Tondero.
Tondero, la casa productora que el 2017 falló por primera vez desde 2013 en embocar un estreno millonario y ostentar a la película más taquillera del año, recuperó la corona con creces el 2018, casi triplicando su récord de asistencia anual con la misma cantidad de estrenos que el año previo y manteniendo su posición como la casa productora con más público captado en el año (rol que desempeña ininterrumpidamente desde el inicio del “boom”).
Gran parte del arrollador éxito registrado en 2018 por Tondero encuentra su asidero en la película más taquillera del año: “Asu Mare 3”, nuevo capítulo de la saga cuya primera cinta diera inicio a este periodo de bonanza en la taquilla peruana y que sigue produciendo cifras millonarias, aplastantes y exitosas. Sin embargo, el éxito del buque insignia de Tondero esconde tras de sí las “cifras verdaderas” de lo que hubiera sido este año de no haber sido por la salvadora llegada de Cachín y el pajarillo azul.
Y es que el “año récord” del cine peruano le debe enteramente esta clasificación exitosa a “Asu Mare 3”, sin ella, el 2018 habría presentado estadísticas muy distintas.
La primera de ellas sería la menos dramática y hasta positiva, pues implicaría la homogeneización en la taquilla por casa productora, la cual se vería mucho más pareja y competitiva.
Esta, sin embargo, sería la única “buena noticia”, pues luego observaríamos estadísticas desalentadoras, y a todas luces alarmantes, puesto que la inexistencia de los 2 millones de espectadores amasados por “Asu Mare 3” tendrían un impacto negativo en la taquilla anual y de la comedia como género.
El síntoma más severo sería el de la caída de la taquilla anual, la cual registraría su tercera asistencia más baja desde el inicio del “boom” y primera caída de los 5 millones de espectadores en los últimos 3 años. Además de esto, dicha caída representaría el inicio de una tendencia al descenso la cual podría repetirse en los años siguientes (normalmente las tendencias a la baja en el análisis de taquilla peruana han sido inclementes, tal como se observó al analizar el género de terror en 2017). Cabría preguntarse si dicha tendencia hubiera representado un sinceramiento de las cifras hacia una taquilla más pequeña, pero más pareja y constante o una desaceleración preocupante del mercado.
En lo que respecta a la taquilla de la comedia como género, vemos un escenario tanto o más impactante que al hablar de la taquilla anual sin “Asu Mare 3”, dado que la ausencia de esta película en los cálculos transforma el año más exitoso de este género en su segunda taquilla más baja desde el inicio del boom (a penas 200 mil personas por encima de su registro más bajo). Esta figura también cambia la tendencia ascendente que vimos en el cuadro original al inicio del artículo y nos brinda un sube y baja constante que transforma a la comedia en un género irregular y que, a pesar de su captación de millones de espectadores, parece decrecer más rápido de lo que logra crecer. Al igual que con la taquilla anual, dicho fenómeno podría ser o un sinceramiento de las cifras hacia una meseta más moderada y estable o el decrecimiento alarmante del género.
Este ejercicio hipotético en el que removemos el “fenómeno extracinematográfico” que suele representar “Asu Mare” puede aplicarse a todos sus años de estreno (2013 y 2015 además de este 2018) y tener los mismos resultados que hemos expuesto. La comedia de pronto se vuelve un género irregular con topes de 2 millones de espectadores y la suma total de los espectadores anuales tendría sube y bajas mucho más drásticos, apenas acercándose al millón de espectadores en 2013 y perdiendo la mitad de la taquilla anual en 2015.
Afortunadamente, ninguno de estos apocalípticos escenarios llegó a concretarse. En el 2018 (así como en años previos) Tondero y la comedia llegaron a salvar el año y transformar cifras negativas en las más exitosas de los últimos tiempos, pero es valioso tener presente cuál habría sido el escenario si es que esto no hubiese sucedido para así tener un vistazo al “mercado real” sin salvadores. Después de todo, ¿cuánto tiempo más podremos sostener el éxito de nuestra taquilla sin depender de esos dos actores?
Si bien la premisa de tener en consideración las cifras del “mercado real” puede sonar antipática, esta es una medida sumamente necesaria y quizás esto nunca haya sido tan claro que tras este primer vistazo a la taquilla 2018. El éxito millonario de la taquilla del cine nacional ha sido desde su inicio el éxito de un género y de una casa productora y el año pasado tal figura llegó a un nuevo límite: hablamos del éxito de una sola película cuyas cifras representaron un tercio de la taquilla anual y la mitad de la taquilla de su género.
Con esto en mente, no es posible solamente quedarnos en la alegría de un nuevo récord de asistencia anual, debemos sincerar el análisis de las cifras, para descifrar si es que estamos viviendo realmente una tendencia exitosa para nuestras películas o si vivimos en una burbuja, en la ilusión de éxito sostenidos por el eventual taquillazo de Tondero y rentabilidad del género cómico en el mercado. De esa manera, se podrá tener una perspectiva más honesta de nuestro crecimiento y evaluar sus tendencias de modo que dicha información nos permita tener un mercado más saludable, parejo y cuyo éxito no dependa de dos únicos actores que lleguen a salvar el día.
Notas: Asu Mare 3, No me digas solterona, Soltera codiciada, Sobredosis de amor, Margarita y la banda de los hermanos mayores, Amigos en apuros, Manual del pisado, No es lo que parece, ¡Qué dificil es amar!, La sacamos del estadio, A tu lado.
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