Los documentales y largometrajes acerca del Holocausto judío son centenares y han sido realizados desde distintos enfoques. Por ejemplo, algunos analizan los motivos político-económicos de este genocidio, otros se basan en los juicios llevados a cabo contra los funcionarios y soldados nazis por sus crímenes, un tercer grupo se ocupa de las historias de vida de personajes específicos (víctimas o victimarios), y un cuarto grupo se centra en las consecuencias físicas, psicológicas y sociales para los sobrevivientes de los campos de concentración o para los familiares de las víctimas.
Es preciso recordar, por tanto, algunos de estos documentales y largometrajes, provenientes de diversos países: Nuit et brouillard del francés Alain Resnais, Kapo (1969) del italiano Gillo Pontecorvo, Sophie’s Choice (1982) del estadounidense Alan J. Pakula, Schindler’s List (1993) del estadounidense Steven Spielberg, La vita e bella (1997) del italiano Roberto Benigni, o Sophie Scholl (2005) del alemán Marc Rothemund, entre tantas otras. En todos los casos mencionados, podemos apreciar numerosas muestras de lo mejor y lo peor que tiene el alma humana. Ejemplos de los más altos niveles de bondad y empatía, así como de la maldad más destructiva y criminal jamás imaginada.

Por parte del cine animado, tenemos como antecedente directo al film Where is Anne Frank? (2021), del israelí Ari Folman, que es el género del film que comentaremos aquí: a veces, en momentos críticos las personas menos pensadas son capaces de los actos más solidarios, humanos y admirables. Ese es el caso del conmovedor film animado francés La plus précieuse des marchandises (La carga más preciada, 2024), dirigido por Michel Hazanavicius, quien ganó el Oscar a Mejor Director en el 2012 por The Artist (con la que superó a otros grandes cineastas como Martin Scorsese y su film Hugo y a Terrence Malik con su cinta The Tree of Life).
La plus précieuse des marchandises es el primer largometraje animado de Hazanavicius y está basado en un cuento del escritor francés Jean-Claude Grumberg (ganador del Grand Prix de la Société des Gens de Lettres). La cinta posee muchos momentos emotivos que, además, invitan a la reflexión. Si el espectador recuerda bien los hechos principales de la Segunda Guerra Mundial (sobre todo, la política de exterminio de los nazis contra los judíos de diversas partes de Europa), este film tendrá un impacto mucho mayor.

Aquí se nos cuenta la historia de una bebé que se salva de morir gracias al sumamente arriesgado acto de su padre: lanzarla del tren en el que iba con su familia judía hacia un campo de concentración, rumbo a una muerte casi segura. Logra sobrevivir gracias a que una noble mujer del campo (cuyo esposo es un leñador barbudo y fornido) la encuentra pronto.
A lo largo de la cinta descubrimos que dos personajes que no serían los primeros en los que uno pensaría para mantener viva a la niña, realmente se juegan su vida por ella. Uno es el leñador, que parece un ser amargado al inicio de la película, pero luego se encariña con la bebé y la defiende a toda costa. El otro personaje es un ex soldado con el rostro deformado, quien también protege a la niña y a su madre adoptiva de la mejor manera que le resulta posible. Estos dos individuos, el leñador y el hombre con cierta deformidad, son un ejemplo de que las apariencias físicas engañan, de que las almas más nobles y solidarias pueden habitar en las personas menos pensadas.
Otro punto interesante es que en la cinta se le concede visualmente a la naturaleza, a los imponentes bosques (con sus árboles que parecen no tener fin), el poder de afectar, de una u otra forma, a las personas que residen allí, saliendo adelante en medio de la abundante nieve. Que bien puede ser hermosa para contemplar, pero también es capaz de eliminar a quien sea debido a sus bajas temperaturas.

Las secuencias en que el padre de la niña está sufriendo en un campo de concentración, viendo a otros judíos morir, son de una tristeza profunda. Los rostros de la muerte que lo atormentan, que giran en la pantalla, tienen una carga metafórica muy grande. Sin decir una sola palabra, son segundos en los que mucho del dolor del genocidio cometido contra los judíos es transmitido al espectador.
En conclusión, este film es, fundamentalmente, una historia de dos sobrevivientes del Holocausto: el padre y su pequeña hija. El cine animado también puede ser muy útil para contar la parte más triste y trágica del siglo XX a las nuevas generaciones. Para que ellas sepan que nunca más se debe repetir algo así de inhumano y cruel, que eliminó la vida de millones de judíos.
Para terminar, mencionemos que a lo largo del film, la voz tranquila del narrador de la historia es de Jean-Louis Trintignant (1930-2022), uno de los más destacados y premiados actores franceses. Esta cinta fue su último trabajo realizado para el cine.
Nominada a tres premios César (mejor adaptación, mejor música original y mejor película de animación), La plus précieuse des marchandises es una de las excelentes cintas que se están exhibiendo en el 13° Festival de Cine Francés, que se lleva a cabo del 1 al 11 de mayo en diversas sedes de Lima y diferentes regiones de nuestro país (Arequipa, Cusco, Piura, Puno, entre otras).
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