«Only Murders in the Building», 5ᵃ temporada: conversamos con Steve Martin, Selena Gomez y Martin Short


La cultura pop ha construido un estereotipo de mafioso neoyorquino que la quinta temporada de Only Murders in the Building devela como anacrónico y sobre todo, como una fachada perfecta para la nueva y más peligrosa mafia que circula por las calles, edificios y grandes industrias de Nueva York. El trío protagonista investiga esta vez la muerte de Lester, portero del Arconia, de quien se descubrió el deceso al final de la temporada 4 y coincide con la desaparición de Nicky Caccimelio, líder de una familia italiana involucrada en negocios ocultos en Nueva York. Si la serie en su forma narrativa detectivesca ya nos ha hecho entender que el peligro siempre está muy cerca -dentro del edificio, o en el mismo círculo social de la víctima-, aquí veremos que el enemigo tiene sus dominios mucho más extendidos y se encuentra metafórica y literalmente debajo de las estructuras del edificio.

Mabel (Selena Gomez) lidia con la inseguridad y la comparación constantes que minimizan sus logros frente al éxito ajeno, Charles (Steve Martin) duda sobre su capacidad para vincularse románticamente con alguien y lograr algo mágico como la relación que tienen Loretta (Meryl Streep) y Oliver (Martin Short), mientras que a Oliver le cuesta manejar sus problemas económicos, la posible necesidad de vender su departamento como último recurso, y la distancia con su nueva esposa. En un versus tres contra tres, con unos nuevos personajes que rivalizan por su maldad pero se ensamblan para crear momentos hilarantes, Only Murders in the Building mantiene el logro conseguido en sus anteriores temporadas, con protagonistas que siguen sosteniendo un ritmo de comedia refrescante y fluido. Conversamos sobre esta cualidad a continuación con Steve Martin, Selena Gomez y Martin Short en una rueda de prensa virtual.

Mariale Bernedo: Ustedes tres provienen de generaciones y estilos de comedia y drama diferentes, pero la química es innegable. Tras cinco temporadas trabajando tan estrechamente, ¿qué es lo más significativo que han aprendido el uno del otro?

Selena Gomez: Ha sido muy lindo conocerlos a todos, y nos gusta jugar entre nosotros. Lo que he aprendido es a no rendirme nunca con un chiste hasta que esté completamente terminado. Si nadie se ríe y puedes contárselo a varias personas, sabes que no va a funcionar. Así que he aprendido a no rendirme tan fácilmente, pero también a dejarlo ir cuando no funciona.

Steve Martin: También creo que, la gente siempre habla de nuestra química, pero es pura suerte; la química no se crea, no se compra, no se puede forjar. Además, algunas de las parejas menos carismáticas de la pantalla han sido matrimonios [en la vida real]. Y a veces, parejas muy carismáticas en la ficción, se odian. Así que hay un misterio detrás de eso.

Martin Short: Y suerte. ¡Mucha suerte!

Fue también la suerte la que hizo que estos, inicialmente distantes, residentes del Arconia se encontraran al inicio de la primera temporada de la serie, mientras intentaban escuchar un nuevo episodio del podcast de Cinda Canning (Tina Fey) en medio del ajetreo por el primer crimen en el edificio. Ellos tampoco forzaron la relación que hoy tienen, sino que surgió naturalmente mientras los hechos se iban develando. La apatía inicial de Mabel era en realidad una faceta pública para su atención y capacidad de conexión con los demás; Charles habita la melancolía con un increíble encanto y optimismo que a veces cae en la ingenuidad, y lo hace sentir muy cercano; en un contraste con Oliver, con una confianza tan grande en sí mismo y en sus ideas que puede abrumar a los demás, pero es compensada por su alegría y sentido de la aventura al acompañar a sus amigos. Del humor deadpan a la comedia física y al vistoso estilo showman de Broadway, las personalidades de cada protagonista se amalgaman de forma ideal.

En esta nueva temporada de la serie, lo que agrega una capa más de humor son las referencias directas que los villanos establecen con multimillonarios reales, a los que la misma serie llama «the new mobster» (la nueva mafia). Bash Steed (Christoph Waltz) como un empresario entre Steve Jobs, Elon Musk (pero de lejos mucho más inteligente) y Peter Thiel, Camila White (Renée Zellweger) como una versión entretenida de Martha Stewart, y Jay Pflug (Logan Lerman) como un influencer y nepobaby heredero de alguna familia de la industria farmacéutica como Pfizer o Sackler. El control mafioso actual opera a través de compras de acciones, cláusulas legales y la hipervigilancia mediante cámaras y acceso a datos personales. Por supuesto, no puede hacerlo sin la complicidad de las autoridades y la corrupción de la policía para encubrir delitos y mantener en el poder a sus líderes. Hay un espacio para la crítica social sin perder la conexión personal y entrañable con el trío y con las historias individuales que van surgiendo en el camino, como la de Howard viviendo dos duelos, el de la ausencia de su madre y el de la ruptura con su pareja, sabiendo lo difícil que es —en especial, al ser gay en una sociedad aún conservadora y tímido en un entorno extorvertido— el poder entablar relaciones románticas.

A su manera, los tres principales sospechosos y rivales de los investigadores son un paralelo a esta variedad complementaria de registros cómicos y performáticos. Christoph Waltz, habituado a encarnar personajes malvados, lo hace con la solvencia de siempre, apoyado en el poder de modulación e inflexiones de su voz para ser intimidante incluso cuando solo se le escucha como voice over. De Renée Zellweger conocemos bien su forma de moverse en la comedia y ahora lo hace con la alevosía que Camila White domina para seguir siendo una figura amada por los grandes medios, mientras que Logan Lerman emplea la ambigüedad para generar dudas y cierta proximidad con los podcasters, especialmente en Mabel. La secuencia de la cena en casa de Charles, la del juego de adivinanzas lo muestran y la que comparten Renée y Meryl Streep (quien entra a una doble capa interpretativa, al performar a Loretta quien a su vez interpreta a un personaje creado netamente con el fin de develar secretos de Camila White) son de los duelos más interesantes que ha tenido la serie.

El final de temporada se conecta con el principio mismo de la serie, con ese elemento inicial que los hizo unirse y con el aspecto principal que todos les cuestionan a los protagonistas: si el podcast está enfocado solo en asesinatos en el edificio, su rango de temas a tratar se ve limitado. Pero ahora, alguien irá directamente al Arconia para que su muerte pueda ser investigada. La desconfianza en la capacidad de gran parte de las autoridades no le dan descanso a la sagacidad de Charles, Mabel y Oliver, quienes parecían querer dejar de lado la actividad detectivesca en el momento en que descubren a la nueva víctima. La serie de Hulu/Disney y el podcast de la ficción aseguran una nueva y entretenida temporada.


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