Cine expandido: última sesión


Con la proyección de Dios y el Diablo en la Tierra del Sol (1964) -película brasileña dirigida por Glaubert Rocha- Ricardo Bedoya dio fin al ciclo de sesiones llamado «Cine Expandido, Vigencia del Cine Experimental» que, junto con el Centro Fundación Telefónica ofreció durante 3 meses en la Sala Plasma de dicha institución.

Ricardo Bedoya Ciclo Cine Expandido El otro cine en América Latna y el Perú

El tema que cerró la décimo tercera sesión del ciclo estuvo volcado a la realización latinoamericana, especialmente de Argentina, México y Brasil, países que lograron hacer del cine una industria y donde se han desarrollado las mayores tendencias cinematográficas que han sido referencias para otros cines de la misma lengua.

En Brasil, el más representativo es sin duda Glauber Rocha, director admirador de Sergei Eiseinstein y de Jean Luc Godard – directores de ruptura, de corrientes opuestas al cine americano – de quienes toma influencias para la realización de Dios y el diablo en la tierra del Sol, su segundo largometraje, que es la historia de una pareja que huye de un crimen camino a la purificación, internándose en la religiosidad, la tradición cultural y las mitologías del «sertâo» brasileño. De Eiseintein tomará la representación a partir del fragmento, ese montaje desordenado y caótico que apreciamos en las secuencias de peleas y de viajes; y de Godard -cineasta de moda en los años 60- toma el filmar situaciones cotidianas a partir del relajamiento, desdramatizando situaciones dentro del film, como las conversaciones entre personajes, los largos planos de viaje a pie y el sermón de Sebastián en el Monte; todo ese desarrollo de la historia se encuentra acompañado por el trabajo gestual de los personajes, los diálogos conceptuales y los aires musicales que le dan el sentido de película coral – que nos informan del contexto histórico en el que se van desarrollando las tramas personales – un film lleno de tradición cultural y de las mitologías del sertâo brasileño.

Esta pared no es medianera En el Perú, Fernando de Szyszlo se reúne con un grupo de amigos, después de su regreso de Europa, y filma un cortometraje experimental llamado «Esta pared no es medianera», un trabajo sin ambición profesional, hecho a manera de juego de amigos que tiene mucha vinculación con dos películas: La edad de oro de Luis Buñuel y Pandora (con Ava Gardner) de Albert Lewin, además de tener referencias a Un perro andaluz, cortometraje realizado por Buñuel con Salvador Dalí.

En Argentina, la clasificación de «otro cine» la tiene Lisandro Alonso, que con sus tres películas –Libertad, Los muertos y Fantasma– crea un cine de la contemplación, de historias sin principios ni finales, de recorridos y de acompañamientos. Otro director con la misma tendencia hacia ese cine de la contemplación es Carlos Reygadas, el mexicano de quien hemos visto en el Perú, Japón y Batalla en el cielo, pero eso puede ser tema de otras sesiones.

Este jueves ya no habrán repeticiones de la última sesión, sin embargo esperamos un segundo ciclo de Cine Expandido ya que, en palabras de Ricardo Bedoya, «es un tema que da para tratar con mucho más rigor» y el Centro Fundación Telefónica debe haberse dado cuenta que hay un público interesado por aprender sobre este cine paralelo, al tener la Sala Plasma, todos los martes reventando de gente, incluso algunos días con una larga cola esperando ingresar a escuchar al critico limeño. Un proyecto que ha sido todo un éxito y que esperamos se repita.

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