Equipo mínimo: Herzog y Zeitlinger solos contra la Antártida
Werner Herzog regresa a los documentales después de su aclamado Grizzly Man, con Encounters At the End of the World, trabajo por el cual viajó junto a su camarógrafo Peter Zeitlinger a los blancos imposibles y enceguecedores de la Antártida, para retratar la belleza natural de las tierras más australes del planeta, incluyendo su fauna de miles de pingüinos y sus pocos conocidos volcanes.
El componente humano, que tan bien sabe retratar el alemán, no podría estar ausente, y se observa a través de la comunidad de casi un millar de científicos que viven en condiciones increíbles, arriesgando su vida y su cordura por amor a la ciencia. La cinta narrada por el propio Herzog promete ser una reflexión sobre la naturaleza y la condición humana en el aislamiento, de imágenes impresionantes. Valgan dos de ejemplo:


Este documental se exhibió por primera vez en el Festival de Cine de Toronto del 2007, y según Variety tiene programado su estreno comercial en territorio anglosajón para el 11 de junio. Ojalá nos topemos con ella -en cartelera, dvd o avi- en algún momento.
13 de marzo de 2008 a las 6:06
Hola, trabajo en una agencia de marketing cinematográfico, y me gustaría hacerte llegar una Nota de Blog. Podrías darme un e-mail para mandártela? Gracias.
13 de marzo de 2008 a las 10:33
Espectacular, realmente son imágenes de otro mundo. Bienvenido sea el “frio” documental. Y ¿saben si hay peruanos en la Antártida?¿El Humboldt hace expediciones allí todavía?. Hace poco escuché que el Instituto Antartico ya había desaparecido o se había fusionado…
12 de octubre de 2008 a las 16:21
Tengo curiosidad por saber porqué si la Antártida es tan fascinante y hay tanta gente deseando visitarla no se planean crear rutas turísticas como en cualquier otro lugar.
Hay ganas de ver la película, por lo que veo…
15 de octubre de 2008 a las 14:14
Yo la vi en el Documenta Madrid y la verdad es que me impactó mucho, no imaginaba que la Antártida fuera a ser así.
Es una película que aunque no roza lo emocional puede llegar a cautivar de una forma constante y creciente.
Le doy un ocho y medio!