Mutum de Sandra Kogut
Tristeza y cólera. Pero tristeza de verdad, no el melodrama o la tragedia emocional o épica, sino la cruda y desnuda exposición de la pobreza extrema. De situaciones cotidianas donde la muerte ronda a la vuelta de la esquina, por mano humana o de la naturaleza. Y cólera producida no por la manipulación de los sentimientos, sino por esa mirada objetiva y desapasionada con que se nos van mostrando –casi de manera documental– las famosas necesidades básicas insatisfechas. Cólera íntima, porque la sensación que sentimos al ver estas imágenes es interiorizada; no hay estímulo, ni llamado a la acción externa, pero vale el esfuerzo.
Mutum fue filmada en una de las legendarias zonas de pobreza extrema del Brasil: el sertón, zona agreste y semi desierta, que fue escenario de la famosa novela La Guerra del Fin del Mundo de Mario Vargas Llosa, presidente del Jurado del Festival de Lima, quien evaluará este filme de Sandra Kogut. Para ello recurrió a actores profesionales y no profesionales del lugar; siendo estos últimos niños, muy bien dirigidos por cierto.
El detalle final de la película, la necesidad de un par de lentes para Thiago, es toda una metáfora sobre la pobreza; ya que con los anteojos (y lo que ello significa) el personaje puede ver más allá de lo concreto y proyectarse hacia una vida mejor. Este episodio culmina la serie de sugerencias amenazantes que rodean su vida y que antes se nos ha relatado. Al carecer de esta estructura dramática convencional, Mutum exige al espectador concentrarse en sensaciones de lo cotidiano, dentro de lo cual va cerniéndose el espectro de la muerte (del amiguito del protagonista) y la violencia familiar. Un tratamiento de este tipo muestra una sensibilidad muy especial por parte de la directora Sandra Kogut; pero cabe preguntarse si esta honesta exposición de la extrema pobreza logrará visibilizar el problema o se limitará a lograr impactos en las salas de festivales, como el de Lima. Hago este comentario no para cuestionar esta cinta en particular, sino para reflexionar sobre la ausencia casi general de filmes donde se expongan u ofrezcan alternativas a problemáticas sociales, como esta. Discutiremos este tema en otras películas de este Festival, como Tropa de Elite o La zona.
Esta entrada fue modificada por última vez en 11 de agosto de 2008 11:49
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Excelente película. Al margen de su valor por "exponer problemáticas sociales", la disfrute mucho por lo cinematográfico: la narración contemplativa, la puesta en escena “estilo documental” y la profundidad humana de sus personajes y dilemas.