Protestas egipcias por polémico filme
La polémica desatada tras el estreno del documental iraní Ejecución de un faraón, sobre el asesinato del presidente egipcio Anuar El Sadat, ha dañado seriamente las relaciones entre el gobierno egipcio y el iraní. Se ha generado un conflicto de acosos y amenazas, que incluye la realización de una película egipcia como respuesta. El título provisional es El Imán de la Sangre (Imam Al Damm), que estaría en preparativos para su realización este año, y sería crítica con el líder de la Revolución Islámica en Irán, Ruholla Jomeini.
Según informa el sitio de Internet egipcio yallabina.com, la cinta tiene destinado un presupuesto de 20 millones de libras (2,5 millones de euros), será financiado por el Gobierno egipcio y realizado por el periodista Mohamed Hasan el Alfy, miembro del partido gobernante, y la dirigirá Mohamed Fadel, un reconocido realizador especializado en documentales.
Los primeros avisos del conflicto se dieron a finales de julio de este año, cuando Egipto cancela un partido “amistoso” con Irán, en protesta por la realización del filme, amenazando “consecuencias adversas” que pudiera generar el estreno del mismo. Egipto ya tenía un expediente de acciones similares, pues en febrero canceló los partidos de fútbol de menores con Dinamarca en protesta a las caricaturas de Mahoma, publicadas por medios daneses.
El filme de la discordia, La ejecución de un faraón, presentó la muerte de Anuar El Sadat, en 1981, como “la ejecución revolucionaria del traidor a manos del mártir Jaled al Islambuli”. Sadat gobernó Egipto desde 1970 hasta el 6 de octubre de 1981, cuando fue asesinado por Islambuli, un oficial del Ejército, cuando asistía a un desfile militar. El presidente egipcio había adoptado una posición crítica hacia el régimen del ayatola Jomeini, surgido de la Revolución Islámica en Irán, y ofreció asilo al derrocado Sha Reza Palevi cuando huyó de ese país. Despúes del acuerdo de paz entre Egipto e Israel en 1979, Teherán rompió los lazos diplomáticos con El Cairo. En 1990 se reanudaron relaciones de bajo nivel entre ambos países, pero Egipto todavía se resiste a designar a un embajador mientras, entre otras cosas, se siga honrando como mártir al magnicida Islambuli.
Extra: Aparentemente, el documental del mal está en Youtube por partes.
(Vía La Tercera y El Mundo)
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