Bright Star, la más reciente película de la neozelandesa Jane Campion, luego de su periodo de ausencia tras el estreno de In the Cut en 2003, se ha convertido para la mayoría de la crítica en uno de los títulos llamados a ser protagonistas de esta edición del festival. Lo cual ha compensado bien la expectativa que se tenía poco antes de iniciarse el evento. El día de su exhibición la propia directora se refirió no sólo a su obra -basada en la breve y trágica relación entre John Keats y su musa Fanny Brawne– sino también sobre la escasa presencia de realizadoras en Cannes y el cine mundial en general: “Las mujeres, al fin y al cabo, superamos la mitad de la población mundial… ¡y sobre todo hemos dado origen a toda la humanidad! Pero es cierto que las mujeres no crecen bien en un mundo como el del cine, donde hay que desarrollar un caparazón especial para el que no estamos acostumbradas.” Los dejamos con algunas reacciones de la prensa acreditada en el festival:
David Gritten escribe en Telegraph:
La historia de la lenta relación, la cual fue exaltada por la enfermedad de Keats, es contada mayormente desde el punto de vista de Fanny en esta co producción británico-australiana. Una cinta biográfica y de época que afortunadamente nunca se siente como un típico ejemplo de algún género…el resultado es un bienvenido retorno de Campion en su mejor forma. Ella permanece como la única directora que ha ganado la Palma de Oro de Cannes (El piano en 1993). Para mí ella nunca volvió a recuperar la chispa individualista de ese trabajo en sus siguientes empeños: Retrato de una dama, Holy Smoke, o In the Cut. Pero con certeza lo ha recuperado ahora… Campion echa por la borda mucho de las trampillas de las cintas de época -vestuarios y mobiliarios elaborados, residencias hermosas- para concentrarse en los sentimientos dentro de la historia. Evoca de forma especial el dolor, la intoxicación de un amor imposible y emplea mecanismos audaces para hacerlo… Algunas de estas imágenes -estrechas entradas, una mariposa batiendo sus alas en un tarro de vidrio, una brisa soplando a través de la cortina mientras Fanny yace en la cama– crean un abrumador sentido de la emoción, como lo hacen las palabras implorantes de Keats, cartas de amor anhelantes para Fanny… no es prematuro predecir que Bright Star calza mejor que cualquier otro filme para la Palma de Oro este año, por su fina belleza.
Por su parte, Todd Mccarthy de Variety escribe:
Película bellamente realizada, que posee una sólida apariencia para audiencias especializadas en la mayoría de los mercados, incluyendo Estados Unidos… aunque su orientación es poética y de encierro dramático, se mantendrá en la ruta de una amplia aceptación… Keats y sus años finales estuvieron marcados por una increíble eclosión creativa, la cual inspiró algunas extraordinarias cartas de amor. Concentrándose en esto último, como experiencia de Fanny, Campion desecha bastante lo antiguo, dejando al espectador con un vívido cuadro de las limitaciones sociales en una gran pasión y romántica realización en la Inglaterra de la época. Mientras evita el típico formato del biopic, la película sin embargo, hace honor a los hechos centrales de la relación… Con el cabello oscuro recogido para atrás, Abbie Cornish luce menos embellecida de lo que realmente es, lo cual enfatiza mejor la importancia de Fanny como personjae para Keats. Su estupenda actuación descansa en sus ojos… El centro de todas las películas de Campion está en la fuerza de esas complicadas mujeres y la Fanny de Cornish toma un lugar entre las más memorables.
Finalmente, Dave Calhoun, de Time Out, dice:
Finamente realizada, bien actuada y sutilmente narrada, Bright Star es una película que resulta más admirable que apasionante… pero el casting y las relajadas interpretaciones le dan un atractivo espíritu romántico e idealismo literario… Estimulantemente la cinta esta libre de las histerias que frecuentemente están asociadas a los film sobre escritores, y hábilmente evita las tendencias por distracciones superficiales que plagan las películas de época británicas… Su rechazo por el melodrama convencional se extiende a la forma de ver el film también: Campion filma con simplicidad, con sobrios encuadres, largas escenas y solo muestra algunas obvias firmas de estilo. Este no es tanto un biopic -con toda la recargada maquinaria que ello implica– sino más bien un atento retrato del poeta en el partícular momento en el que estaba disfrutando de dos cruciales relaciones. La primera fue la amistad con Charles Armitage Brown. La segunda fueron los encuentros con su no oficial prometida Brawne, a quien el no podía desposar a causa de su pobreza… Whishaw y Cornish exploran el amor creciente entre sus personajes, su informal compromiso y su frustración por no poder estar juntos ni a través de pequeños gestos, momentos o miradas.
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