Desde «El día de la marmota» a «Dark»: La evolución de los bucles de tiempo


Durante esta cuarentena, la mayoría de personas hemos experimentado el confinamiento obligatorio y nos hemos visto en la posición de vivir días muy parecidos entre sí, cayendo casi en una inevitable monotonía. En lugares que ya vienen capeando la segunda ola de contagios por la covid-19, como en Madrid, se puede percibir que pronto regresaremos a la realidad del confinamiento, con esto volverán los sentimientos de repetición y la dificultad de diferenciar un día del otro, como si estuviésemos en un loop de tiempo interminable

Este fenómeno no es ajeno en el mundo del cine, de hecho ha sido representado en la pantalla grande muchas veces y de formas muy originales, algunos de ellos incluso han representado días que son literalmente los mismos y en los que los protagonistas están atrapados y deben encontrar una manera de salir de ahí, los clásicos bucles de tiempo en el cine.  Si bien muchos de ellos tienen características que los vuelven clásicos por mérito propio, lo que me llama la atención es cómo en la mayoría de casos las soluciones para salir de los loops de tiempo suelen girar en torno a la moralidad occidental tal cual conocemos. A hacer algo “bueno” que los redima como personas frente a los ojos de algún ente superior que controla el universo. Lo que me lleva a plantearme la pregunta siguiente: 

¿Este ente superior está realmente interesado en el crecimiento personal de los personajes y los castigan haciéndoles vivir un día repetidas veces para que cambien de actitud? ¿O ya estamos listos como espectadores para ver otro tipo de soluciones a estas incógnitas? Me remito a la evidencia. 

Andy Samberg y Cristin Milotti, perdidos en el espacio-tiempo de «Palm Springs»

El ejemplo más reciente de un bucle de tiempo en el cine lo encontramos en la plataforma Hulu, que estrenó hace unas semanas la película «Palm Springs», que se estrenó este año en el Festival de Sundance. La ópera prima de Max Barbakow cuenta con las actuaciones de Andy Samberg y Cristin Milotti, en la que se plantea la clásica situación en la que una persona se e encuentra atrapada en un día de su vida y no puede salir, por más que intente innumerables opciones para poder revertir este error en el universo.

Una de las referencias más antiguas, y a la que se remiten muchas de las películas al hablar de bucles de tiempo es «Groundhog Day» (1993) de Harold Ramis, con el popular Bill Murray de protagonista. Como recordarán, en la historia Phil es un cínico reportero atrapado en el día en que iba a hacer un tedioso y aburrido reportaje sobre la mascota de una ciudad, una marmota que puede predecir cuánto durará el invierno.

Otro ejemplo de personajes atrapados en el tiempo se presenta en la serie “Russian Doll”, disponible en Netflix y dirigida por Leslye Headland, Jamie Babbit y por su protagonista Natasha Lyonne. En ella, Nadia, el personaje interpretado por Lyonne, vive una y otra vez su fiesta de cumpleaños número 36, una efeméride agridulce para la protagonista ya que a esa edad su madre se suicidó. Nadia muere ese día pero reaparece en la fiesta una y otra vez. Atormentada por esta tortura busca muchas formas de acabar su existencia pero falla constantemente, hasta que encuentra a alguien que está pasando por lo mismo.  

Natasha Lyonne protagoniza la serie «Russian Doll»

Este cambio en el paradigma de estar atrapado en un solo día, pero “acompañado” también se observa en la reciente “Palm Springs”, protagonizada por Andy Samberg. Aquí son dos personas las que se encuentran atrapadas repitiendo un mismo día, el que para cada uno es una experiencia particularmente desagradable, y encuentran una solución distinta a la que vemos en “Groundhog Day”.

En el caso de “Groundhog Day”, Phil logra salir del bucle de tiempo debido a un cambio en la moralidad del personaje. Él logra redimir sus actitudes hedonistas, se preocupa por las personas de su entorno, se enamora y trata de ser una mejor persona gracias a ello, un cambio fuertemente moralista pero que lo lleva a su liberación. En este sentido es importante tener en cuenta que “Groundhog Day” es una película de 1993 y que tiene un esquema clásico de comedia romántica hollywoodense. 

Si analizamos el ejemplo de “Russian Doll”, se nos presenta un ejemplo un poco más oscuro. Nadia es una mujer materialista e irresponsable pero cercana con sus amigos, ella opta por creer que está en el bucle por algún trastorno psicológico o una droga fuerte que consumió sin mucha precaución, pero a diferencia de Phil, Nadia rápidamente realiza acciones que la redimen moralmente y revierten la situación del bucle de tiempo: trata de proteger a un sintecho, cuida a su ex pareja, etc. En el caso de Nadia también hay elementos de comedia romántica pero se presentan más adelante en la narración. Encuentra a un hombre en la misma situación que ella y  se entera que él se suicidó la noche que empezó el bucle, alterando así el orden del universo en el que existen y creando versiones alternas en las cuales ellos comenzaron a cobrar consciencia. Su salida del bucle dependerá de que ambos se ayuden durante esa misma noche: para ella se trata de superar el trauma de la muerte de su madre, y para él, evitar suicidarse tras una dolorosa ruptura amorosa. Vemos que aquí se repite la resolución moralista vista en “Groundhog Day”, si ambos se ayudan, ambos regresarán a sus líneas de tiempo respectivas y tras algunas dificultades lo logran. 

Phil (Bill Murray), icónico personaje de «Groundhog Day»

Ambas resoluciones  me llevan a la reflexión de la cual partí: ¿Por qué la moralidad está incluida como factor decisivo en los bucles de tiempo? ¿Será porque, al tener tan poca información teórica sobre este fenómeno espacio-temporal ficticio, nos vemos en la necesidad de llenar esos vacíos con razonamientos moralistas?

En este punto volvemos a “Palm Springs”, film que opta por una resolución alejada de la moralidad y que además es consciente del tratamiento que han tenido otras películas respecto a los bucles de tiempo y los universos alternos. La película inclusive presenta un diálogo de Miles (interpretado por Andy Samberg) en el que le menciona a Sarah (Cristin Milioti) que están en “una de esas clásicas historias de bucles infinitos”, haciendo un guiño a sus predecesores.

La pareja intenta poder escapar mediante una gran variedad de opciones, entre ellas un acto similar al de las historias mencionadas anteriormente, pero no funciona. 

¿Cómo lo solucionan? Sarah investiga sobre la teoría de las cuerdas a lo largo de todos los días que tiene que vivir repetidamente, hace experimentos y llega a una solución que los expulsaría de la línea de tiempo en la que han caído. Se trata de un acto de fe y de confianza en el que Miles deberá hacer un análisis personal y decidir creer en el amor que le produce su involuntaria compañera de viaje. El desenlace de “Palm Springs” nos recuerda vagamente al de “Dark”, una de las más populares series del momento en Netflix. Aquí lo que tenemos es un bucle de tiempo ya no de un día sino de muchos años, en el que las acciones ocurren siempre de la misma forma sin importar lo que hagan los personajes, y es finalmente a través de un acto de amor con el cual rompen ese bucle de tiempo.

Aprendiendo física cuántica, un día a la vez, en «Palm Springs»

Como hemos visto, en las historias de bucles de tiempo y universos paralelos se hace énfasis en la parte moral de la historia y, con la excepción de “Palm Springs” o “Dark”, no suelen darse explicaciones científicas de cómo se llegó a ese punto, cómo se abrió aquel “portal en el tiempo” y cual es la verdadera manera de poder salir de él. Estas historias presentan un ejercicio interesante del cual veo una evolución generacional respecto a las soluciones que plantean.

En “Groundhog Day” tenemos una situación muy clásica, casi es un castigo celestial hacia el protagonista. En “Russian Doll” es prácticamente una situación de terapia, el colectivo debe coexistir y ayudarse mutuamente o no hay escapatoria, se trata de un discurso anti individualista muy interesante. “Palm Springs” nos recuerda que debes responsabilizarte por tus acciones y no huir de ellas, hacerte cargo de los daños que puedes haber causado o de los sentimientos que tienes y no rendirte frente a ellos, una oda al hecho de estar vivo y a las complejidades que esto conlleva. Y en “Dark” se plantea la opción de dejar todo lo que uno es por el amor a un bien mayor, por el bienestar y el equilibrio para la mayoría de personas.

«Dark», una serie de Netflix que te dejará más de un dolor de cabeza

Podríamos hablar de otras películas que presentan bucles de tiempo como “About Time” de Richard Curtis, que si bien cumple con varias de las características mencionadas previamente, se diferencia en el hecho de que el protagonista sí puede controlar el tiempo y asume sus consecuencias, es decir no se ve atrapado como los personajes de las otras películas. Aun así, luego de haber manipulado el transcurrir del tiempo múltiples veces, opta por dejar de hacerlo y vivir su vida con normalidad. Ese sería su proceso de liberación.

Como una persona que le encanta tanto el drama como la ciencia ficción estoy muy interesada en saber qué es lo que depara a las próximas generaciones de películas con respecto a este tema. El trabajo de un bucle de tiempo es muy atractivo y sería interesante optar por opciones que no siempre están ligadas a la moralidad de los personajes sino ligadas a las reglas que el universo de los personajes propone. En la actualidad ya se siente el cambio de paradigma con respecto a estas historias, cada vez aumentando elementos simbólicos de resoluciones (en el caso de “Russian Doll” con el desfile por las calles de Nueva York), o científicas (el caso de “Palm Springs” y “Dark”, ligados a la teoría de las cuerdas). No me sorprendería que veamos más de este tipo de resoluciones a futuro.

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Una respuesta

  1. Avatar de La Marmota
    La Marmota

    Cada vez más impresionado con tu lucidez.

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