Cine Peruano

Festival de Lima: “Rojo profundo”: cuando hacer política es digno y mejora un país

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Si bien existen documentales sobre personajes políticos en todo el mundo, no siempre han sido realizados para destacar sus aportes al país de donde provienen. En muchas ocasiones, porque no tenían ninguno. Sin embargo, en el caso de “Rojo profundo” (2023), segundo largometraje de Magali Zevallos, está plenamente justificado y es públicamente conocido el aporte de Javier Diez Canseco para mejorar la calidad de vida de las clases menos favorecidas, así como de las personas con discapacidad, su defensa de los derechos humanos y también por su lucha frontal contra la corrupción de los regímenes aprista y fujimorista. Muy pocos políticos en la historia nacional, sean de izquierda o derecha, pueden exhibir el compromiso real que Diez Canseco demostró con el Perú.

La directora nos cuenta la vida de este combativo hombre de manera cronológica y permite que muchos personajes ligados a él (desde la dirigencia política, las luchas sindicales, el periodismo, el ámbito universitario, la etapa escolar o la vida familiar) nos describan diversos aspectos de su fuerte personalidad. Alternando muchos videos de su infancia y adolescencia, fotos en blanco y negro, recortes periodísticos de su trayectoria política, y entrevistas y conferencias de prensa televisivas, Zevallos permite que los espectadores conozcamos un poco mejor a Javier Diez Canseco (1948-2013), quizás el último gran representante de la izquierda peruana, junto al cajamarquino Alfonso Barrantes Lingán (1927-2000). 

Además, hace muy bien Zevallos (quien ya había realizado el interesante documental transmedia “La vida no vale un cobre” en el año 2018, acerca del dramático impacto de la actividad minera en el sur peruano) en indagar el capítulo más aciago de la vida de Diez Canseco: cuando fue sancionado en el año 2012 por el Congreso (y en abril del año siguiente la medida quedó sin efecto gracias a un fallo judicial). Al mostrar este episodio, le brinda imparcialidad al documental y a su punto de vista sobre el personaje.

Tal vez las nuevas generaciones no lo sepan, pero Javier Diez Canseco Cisneros nació en una familia bastante acomodada y dejó su afortunado origen socioeconómico para luchar por los desposeídos. Pero luchar de verdad, no solamente en el discurso de balcón, para recibir el aplauso de la platea. Son muy pocos los casos en el Perú donde un político lucha permanentemente, durante toda su vida, por un país más justo (y viniendo de la clase social alta de donde él viene) y no únicamente por lo que más le acomoda o le conviene a sus intereses personales o económicos.

Por todo lo enumerado, “Rojo profundo”, que ha recibido recientemente tres galardones en el 27 Festival de Cine de Lima (entre ellos, el Premio del público), merece formar parte de los más destacados documentales políticos nacionales del siglo XXI, entre los que podemos encontrar “Choropampa: el precio del oro” (2002) de Ernesto Cabellos y Stephanie Boyd, “El viento de todas partes” (2004) de Nora de Izcue, “Lucanamarca” (2008) de Carlos Cárdenas y Héctor Gálvez, “La cantuta en la boca del diablo” (2011) de Amanda Gonzáles y “La revolución y la tierra” (2019) de Gonzalo Benavente.

En “Rojo profundo”, el destacado periodista César Hildebrandt afirma sobre Diez Canseco: “Era, no tengo dudas, el único izquierdista que la derecha temía y, en el fondo, respetaba”. Mientras que Víctor Torres, dirigente de Vanguardia Revolucionaria, cuenta que cuando iba a La Oroya con Javier y otros para capacitar al sindicato metalúrgico, tenían que pasar miles de zanjas para llegar a las casas de los obreros, y cuando se caía a causa de su cojera y querían ayudarlo a salir, él les respondía: “No, yo solo puedo hacerlo. Seré cojo, pero puedo manejarme y puedo salir de esta dificultad”. Por su parte, Aldo Berti, un amigo de la infancia, señala: “Creo que nadie de la promoción sentimos que había ningún tipo de discapacidad en él. Yo me imagino que había pasado a través de todos los traumas que pasa una persona con discapacidad, de más temprana edad y también en la adolescencia. Evidentemente, todo eso lo llevó después a ser una persona que era muy pro personas con discapacidad”. Asimismo, Pedro Francke, que fue asesor de Diez Canseco en el Senado y también fue Ministro de Economía 2021-2022, asevera: “Era como un espíritu muy fuerte que él tenía dentro. Ese espíritu de lucha, no solo de lucha social sino de capacidad de salir adelante, de progresar, de vencer obstáculos”. Y Liliana Panizo, la viuda de Javier, manifiesta amorosamente en la casa donde compartieron sus vidas: “Nuestras manos estaban unidas y nuestros sueños y nuestras búsquedas y, por supuesto, también nuestras penas”.

En el documental escuchamos varias reflexiones de Javier sobre la vida social y política de nuestro contradictorio Perú. En una de ellas señala: “En un momento salí de una torre de cristal en la que vivía, me encontré con una sociedad violentamente injusta, me zamaqueó brutalmente y cuando me volteé a mirar quiénes peleaban por cambiar esa sociedad, me encontré con la izquierda”. En otro de sus análisis indica: “Lo que ocurrió durante la década de Fujimori fue que un grupo de altos funcionarios públicos, civiles y militares, vinculados a grandes empresas nacionales y transnacionales, se asociaron y formaron lo que en términos populares llamaríamos una banda. Y esa banda fue creciendo y controlando los poderes del Estado y manejándolos todos para enriquecerse y enriquecer a sus socios”. Por decir las verdades de frente, Diez Canseco era odiado por los corruptos y los ladrones que gobernaron el país. Pero las personas decentes lo apreciaban. Por ese motivo miles de ciudadanos daban vueltas a la manzana en la Casona de San Marcos para despedirse ante su ataúd cuando falleció debido al cáncer. Esas conmovedoras imágenes aparecen en el documental y son la magnífica prueba de que los peruanos íntegros y con valores, como Javier Diez Canseco, no mueren nunca y están destinados a servir de ejemplo moral para las futuras generaciones.

Filmografía de la directora Magali Zevallos:

Largometrajes:

  • Rojo profundo (2023)
  • Entre el hierro y el mar (2020)

Documentales transmedia:

  • La vida no vale un cobre (2018)
  • Pozos en el desierto (2021)

Mediometraje:

  • Cicatrices del engaño (2014)

Esta entrada fue modificada por última vez en 31 de agosto de 2023 17:31

Gianmarco Farfán

(Lima, 1978). Poeta, narrador y periodista cultural. Finalista del Premio Anual al Periodismo “Ramón Remolina Serrano” en el año 2012. Mención Honrosa del Concurso de cuentos “Horas de Ágora” en el año 2006. Es autor de los libros de poemas "Eres el amanecer" (2020, Municipalidad de Lima) y "Navegar en la palabra" (2021, Municipalidad de Lima). En enero de 2021 fue expositor en el Festival Internacional de Cine Independiente Extramuros (de Chile). Además, ha escrito para la revista de cine “Ventana Indiscreta”, número 24, de la Universidad de Lima. Igualmente, es creador del blog cultural “Entrevistas desde Lima”, donde ha entrevistado a 122 personalidades provenientes de 20 países de Europa, América y África.

Ver comentarios

  • que yo recuerdo en el documental nunca mencionan la suspencion que recibio del congreso donde lo acusaban de haber intentado hacer un lobby, pero bueno aparte de eso no se puede negar que al parecer era un hombre consecuente con sus ideas. ojala se proyecte en más sitios.

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