Comparto mis críticas de dos películas que formaron parte de la Competencia Documental de Estados Unidos en el último Festival de Sundance.

Frida (EE. UU., 2024)

La cineasta peruana, radicada en Estados Unidos, Carla Gutiérrez es una reconocida editora que se ha especializado en el cine documental. Fue nominada al Emmy por editar el largometraje RBG, el cual también fue nominado al Oscar. Asimismo, editó Las Marthas, When Two Worlds Collide, Chavela, Pray Away, Julia, entre otros documentales. Ahora hace su debut en la dirección con Frida, un largometraje de no ficción inspirado en la vida de la artista mexicana Frida Kahlo.

De forma vívida, Gutiérrez logra que sea la propia Kahlo quien cuente su vida a través de sus palabras y su obras. La voz en off de Fernanda Echevarría del Rivero da lectura a los diarios de Frida o cartas que ella escribió. Esa narración es acompañada de fotos de archivo que contextualizan los eventos que ella cuenta. Además destaca la impresionante animación de sus obras, las cuales adquieren movimiento y se vuelven literalmente cuadros vivos.

El montaje, a cargo también de Gutiérrez, destaca por la fluidez con que se unen y complementan la narración, las imágenes y la animación. Esa fusión contribuye a crear una experiencia inmersiva, cercana e íntima, que nos permite comprender los hechos más relevantes de la vida de Frida, su visión sobre el arte, el amor, la sexualidad, la muerte y todo lo relacionado a su identidad como mujer, como artista y como mexicana.

Frida es un documental vibrante y reflexivo, que denota un exhaustivo trabajo de investigación para abarcar distintos aspectos de la vida de Kahlo y para concatenar documentos que sean el hilo conductor de su biografía. Mientras sus cuadros cobran vida y sus palabras resuenan con urgencia, nos acercamos al mundo interior de sus pensamientos y a la inspiración detrás de sus obras más icónicas.

Skywalkers: A Love Story (EE. UU., 2024)

Ivan Beerkus y Angela Nikolau son una pareja de jóvenes rusos que se dedican a una actividad tan peligrosa como adictiva: son “rooftopers” que escalan los edificios más altos de Moscú y del mundo para hacer piruetas y acrobacias que registran en fotos y videos que luego publican en sus redes sociales, para deleite de sus auspiciadores y sus miles de seguidores. El documental Skywalkers: A Love Story comienza cuando la pareja intenta lograr su misión más arriesgada hasta la fecha: escalar el rascacielos más reciente construido en el planeta, el Merdeka PNB118 en Kuala Lumpur, Malasia.

Luego de la introducción de la pareja poniendo en marcha esa misión, retrocedemos en el tiempo y conocemos a ambos personajes por separado años atrás. De forma individual, cada uno escalaba edificios y rascacielos en Moscú., hasta que se conocieron, empezaron a trabajar juntos y se enamoraron, con lo cual ellos empezaron a escalar tan rápido como su fama.

Los directores Jeff Zimbalist y Maria Bukhonina siguen de cerca a sus protagonistas, pegando la cámara a sus cuerpos, mientras se preparan para lograr la hazaña de escalar el rascacielos de Malasia, tanto a nivel de entrenamiento físico como emocional. Durante ese trayecto, hay algunos traspiés que generan fricciones entre la pareja y elevan el nivel de ansiedad. Pero la adrenalina de llegar a la meta es un aliciente demasiado tentador para ambos. Como afirma Angela en un momento: “alcanzar todo nuestro potencial está al otro lado del miedo”.

Como ocurría con Man on Wire y Free Solo, Skywalkers: A Love Story es un documental tenso y adrenalínico, que nos lleva a admirar la fascinante belleza de alturas imponentes y temer a unos abismos que cortan la respiración. En medio de sus impresionantes imágenes, la película propone una reflexión interesante sobre los límites a los que está dispuesto a llegar el ser humano con tal de alcanzar nuevas cumbres literales y metafóricas que le lleven a abrazar la inmortalidad de una hazaña que quede para la historia. O por lo menos, que le asegure la fama embriagadora pero fugaz de los miles de likes en las redes sociales.