Entrevista con Tito Catacora, director de «Los indomables» (2024)


La nueva realización de Cine Aymara, la productora puneña responsable de celebradas películas como Wiñaypacha (2017) y Yana-Wara (2023), se titula Los indomables. Es el primer largometraje de ficción que el cineasta Tito Catacora dirige en solitario, luego de haber realizado el documental Pakucha (2021), y de haber codirigido junto a su sobrino Óscar Catacora, la mencionada Yana-Wara. Los indomables es una película histórica de corte épico, que se basa en los violentos hechos ocurridos durante las rebeliones lideradas por caudillos indígenas como Túpac Amaru, Túpac Katari o Pedro Vilcapaza, a finales del siglo XVIII en el sur del Perú.

A mediados del 2024 conversamos con Tito Catacora Lope (Ácora, Puno, 1974) en el marco del Festival de Lima, días después de la presentación de su nueva película. Ahora Los indomables anuncia su estreno comercial para el 2 de octubre próximo, y con ese motivo les compartimos esta nueva entrevista con el destacado cineasta aimara.

Esta entrevista ha sido editada y resumida, por motivos de longitud y claridad. 

Laslo Rojas: Tito, conversando con los colegas periodistas y críticos, la sensación general es que les ha sorprendido la película. Se tenía la expectativa de seguir viendo el tipo de cine que ofrecieron en Wiñaypacha y Yana-wara, las que podríamos catalogar como cine de arte, un cine contemplativo, con sutilezas, pocos diálogos, afín a un público más entendido del lenguaje cinematográfico. Y cuando ahora se ha visto Los indomables, encontramos que hay una voz en off, intertítulos, hay situaciones más explicadas, todo está más subrayado, en un lenguaje mucho más directo pensado en un público más general. Revisando la primera entrevista que les hicimos años atrás, Oscar nos contaba que desde el 2013 tenía el proyecto de hacer esta película, entonces titulada Revolución: el último Inca. La pregunta sería: ¿esta película que hemos visto, Los indomables, qué tan similar o diferente ha resultado de aquel proyecto del 2013?

Tito Catacora: Pienso que la idea original está ahí, aún permanece, lo que ha cambiado es la propuesta. Nosotros hemos hecho esas obras anteriores, que tenían su particularidad, eran con cámara fija, sin música, etc. Y ahora, para Los indomables sí ha cambiado la propuesta. Por ejemplo, aquí ya empleamos música, tenemos más movimientos de cámara. Lo que en este caso, de una u otra forma, nos importa más es el mensaje, el contenido. De repente lo que yo he forzado es ser más contundente en ese mensaje. En una película épica basada en un hecho histórico, generalmente esas películas son de puro entretenimiento. Pero aún así, he hecho un esfuerzo de incorporar elementos del llamado cine arte o de autor. Por ejemplo, la historia no es una narración convencional, sino que avanza a través de elipsis. ¿Y eso con qué finalidad? Con la idea de que el público pueda participar y para que no sea tan convencional.  También incluimos otras propuestas, por ejemplo imágenes distorsionadas para dar cierta poética. Usamos la voz en off, que sirve para ubicarnos en el tiempo y el espacio, porque hay muchos acontecimientos. Hay mil maneras de contar una historia, y la nuestra es una de esas propuestas.

Laslo Rojas: Sí, al ver la película, me preguntaba por qué se habrían decidido por esta propuesta. Y me imaginaba que podría ser porque cuando se genera el proyecto, alrededor del 2013, ustedes habían realizado recientemente películas como El sendero del Chulo por ejemplo, que eran más cercanas al cine de género, de acción o de terror. No estaban tan cercanas todavía al cine que vimos luego en Wiñaypacha y Yana-wara. ¿Fue eso, hubo esa influencia y esa intención en el proyecto inicial de Los indomables?

Tito Catacora: El proyecto como idea original surge en el año 2010, ahí escribimos la primera versión del guion. Para entonces inclusive ya habíamos hecho una convocatoria para el casting, para realizar el rodaje que ya queríamos realizar. Pero no hemos podido concretarlo. ¿Por qué? Porque el presupuesto que teníamos en esa época era mínimo, insignificante. Era imposible que logremos grabarla. Pero la idea estaba, eso permanece. Tal vez aquella vez nosotros hemos pensado en realizar ese proyecto porque previamente habíamos hecho otro tipo de películas, que de repente tenían como referentes a gente como el mismo Robert Rodriguez, eso fue para El sendero del Chulo. Creo que estábamos con esa mentalidad y por eso hemos empujado ese proyecto. En aquel entonces la película iba a tener incluso un perfil más comercial, dirigido al público popular. Mientras que nuestras obras siguientes, Wiñaypacha, Pakucha, Yana-wara, son netamente artísticas. Yo creo que nosotros sí diferenciamos claramente, lo que es cine arte de cine de entretenimiento.

Además, había otra dificultad. Como esta es una película de época, hace falta un buen presupuesto. De repente con un alto presupuesto habríamos pensado en otras propuestas. Sin embargo, en base al pequeño presupuesto que tuvimos, hemos visto por conveniente que se podía realizar de este modo.

Tito Catacora Lope, director de Los indomables (2024).

Laslo Rojas: Entonces, la película que han podido hacer se ha visto limitada por el presupuesto, para poder plasmar toda esta impronta épica, de luchas, de batallas, con muchos extras.

Tito Catacora: Claro, fue bastante limitado el presupuesto. Porque estamos hablando, un promedio de 250.000 dólares del costo de la película. En comparación con las películas que se hacen en otros lares, que cuestan un millón, o millones de dólares. Pero de esa debilidad también creo que hemos sacado algo de provecho. Nos teníamos que ingeniar, procurar de repente unas tomas que no son tan comunes. Porque tenemos que encontrar una solución. 

Laslo Rojas: Releyendo aquella entrevista del 2017, Oscar contaba que para escribir el guion de Los indomables había demorado bastante tiempo, había investigado mucho, leyendo muchos libros. En ese proceso de escritura e investigación, ¿tú ya estabas involucrado?

Tito Catacora: Nosotros siempre hemos trabajado con Oscar en equipo, todo lo hacíamos en equipo. Es más, yo soy profesor de historia, por ende yo proporcionaba material de estudio. A veces discutíamos, había un debate, sobre qué postura vamos a tomar en algún tema. En este caso la postura que hemos optado es el llamado Katarismo, eso viene de Túpac Katari, ese es el enfoque que hemos dado a la película. Y desde la dirección, le he dado más énfasis a esa postura. Porque mientras que Túpac Amaru sería más reformista, en nuestro caso el mensaje está levantado desde el punto de vista del vencido. Por eso es que en la película el indígena se ensaña con los españoles, esto tiene otro propósito: de por lo menos curar el espíritu, el alma del poblador andino. Porque el espíritu andino queda dañado con este proceso de colonización. Entonces, nos hemos orientado a eso y así, además de lo netamente artístico, lo que más nos ha importado es el propósito. 

Los actores protagonistas Edwin F. Riva y Maribet Berrocal, durante el rodaje de Los indomables.

Laslo Rojas: En entrevistas anteriores mencionabas aquello de que en el mundo andino, en el mundo aymara, no existe el perdón. Si existe algún error en alguna acción que haya cometido alguien, no hay perdón. Y si nos remitimos a la conclusión de la historia de tu película, donde hay una matanza terrible, queda la idea de que esa acción ustedes no la van a perdonar, y van a seguir tratando, como tú dices, de sanar el alma del indígena que ha quedado mellada por esa acción. ¿Es ese el mensaje que quieres dar, con ese final?

Tito Catacora: La película está basada en la historia real. Tranquilamente esta puede ser la vida de Túpac Katari, o la vida de Pedro Vilcapaza Alarcón, o hasta del mismo Túpac Amaru. Obviamente está ficcionado, hay personajes que no existen, que nosotros hemos creado, pero también incluimos algunos personajes que sí constan, que están registrados en libros de historia. El propósito [de la película] es justamente ese, mostrar que ha habido una reacción, que fue fruto del hecho que la colonia tenía sometido, lo tenía cansado al poblador originario, y en un momento dado los originarios reaccionan. Claro, se suman a la gesta de Túpac Amaru, pero él era reformista, solamente quería el cambio de algunas leyes, normas, de repente suprimir tributos. 

No pensaba, por ejemplo, en destituir al virrey. Mientras que por otro lado estaba el Katarismo, Túpac Katari es totalitario, él sostiene que hay que expulsar a los españoles. Si vinieron de Europa entonces, hay que desterrarlos, y si no aceptan irse entonces hay que liquidarlos. Él ordena, así bien claro, “pasar cuchillo a todos los blancos o a aquellos que parezcan blancos”, esa era su consigna. Por eso es que en la película no veremos que el opresor hace arrodillar al indígena, ni verás llorar al indígena. Eso es lo común, aquí más bien el originario muchas veces se atreve a desafiar al opresor.

Reynaldo Arenas, Maribet Berrocal y Edwin F. Riva, actores de Los indomables.

Laslo Rojas: Se mencionan personajes reales en la historia, pero el personaje principal es Sapa Inca, que es el nombre genérico del inca, en quechua literalmente significa “el único inca”, ¿no? 

Tito Catacora: Sí, sabemos que al monarca le decían “sapa inca”, pero obviamente tenía su nombre propio, por ejemplo Pachacuti, Inca Roca, etc. Nosotros le hemos dado ese nombre genérico Sapa Inca a nuestro personaje principal, pero él igual tiene su familia, tiene a su costado una esposa, y así es que también vemos la participación de la mujer. La historia registra que Túpac Amaru tuvo a su lado a la esposa, Micaela Bastidas, igual a Túpac Katari tuvo a Bartolina Sisa, y Pedro Vilcapaza tuvo a su costado a Manuela Copacondori, y así. Por eso es que también protagoniza la película la mujer de Sapa Inca, Gregoria. 

Laslo Rojas: Ellas eran mujeres aguerridas y también sanguinarias, eran valientes y también, como tú dices, tenían esta idea de exterminar al enemigo, compartían esa actitud con los hombres.

Tito Catacora: Sí, inclusive eran más atrevidas todavía. Básicamente eran consejeras, Túpac Amaru por ejemplo no hizo caso a Micaela Bastidas, ella le propuso que debía sitiar la ciudad de Cusco y él no le hizo caso, por eso fracasó. La mujer induce, propone a todo nivel, de repente es más hábil en el arte de la guerra, eso es lo que vemos en la película. Creo que de alguna forma sí representamos a esos personajes históricos, las mujeres, y cómo ha podido ser su lucha.

Laslo Rojas: ¿Cómo fue el proceso de casting, la elección de los actores que hacen de Sapa Inca y de Gregoria, y del resto del reparto?

Tito Catacora: De aquel primer casting que hicimos el 2010, quedaron solo dos actores en el reparto, se les ha integrado porque ellos siempre tenían deseos de participar, eran insistentes, nunca dejaron de esperar para que se concretice este proyecto. Uno de ellos está como personaje secundario y otro como extra. 

Entonces, ahora nuevamente teníamos que conformar todo un elenco artístico. Para el personaje de Sapa Inca, a Edwin Riva lo conocemos porque ha sido nuestro actor fetiche cuando hacíamos ensayos cinematográficos, antes de hacer Wiñaypacha. Ahí siempre nos apoyaba, él es parte del equipo de Cine Aymara y ya nosotros lo conocíamos. Para el papel de Gregoria, Maribet Berrocal es una compañera de Cusco. Con ella pasó algo curioso, ella estaba de paso por Puno y le hice casting en una plaza pública, porque ella estaba ocupada y, bueno, era el momento en que tenía tiempo. Lo hicimos así, en público, y la gente que pasaba nos miraba. Desde un primer momento me di cuenta de que sí se podía desempeñar como actriz, así la hemos encontrado.

Laslo Rojas: ¿Ella era actriz?

Tito Catacora: No, ella es intérprete de lengua quechua, pero finalmente se desempeñó muy bien.

Para los personajes de los españoles, estuve buscando personas que quizá hayan podido estar en España, y por eso encontré a Oscar Yepez, a Diego Alonzo Aguilar, entre otros. Ellos son limeños, pero también han vivido en España, ese era mi interés. Tenían que hablar simulando el dejo español de la época.

También contamos con el propio Reynaldo Arenas. Ahí hubo cierta duda en mi equipo de producción, porque me decían que él era muy mayor, y que Túpac Amaru era más joven. Pero yo les decía: “Eso es lo que tú crees. ¿Tú lo has visto a Túpac Amaru? ¿Quién lo ha visto?”. Para mí él es, así me lo imagino. Porque yo pienso, el único que realmente me convenció, desde la película de los años 80, siempre ha sido Reynaldo Arenas. Pienso que, de repente, Túpac Amaru está reencarnado en su cuerpo.

Laslo Rojas: Bueno, su participación en Los indomables es puntualmente en una secuencia, no es un personaje. Este Túpac Amaru me dio la impresión que podía ser incluso una aparición, que no era real.

Tito Catacora: Yo creo que al margen de todo, él siempre da cierta autoridad, Túpac Amaru siempre tiene esa autoridad. Así es como lo pensé, así lo hemos tratado y ha desempeñado ese papel Reynaldo. 

Laslo Rojas: ¿Con cuántos actores has trabajado en total en este rodaje?

Tito Catacora: A nivel de todo el equipo de producción, sea personal técnico, artístico, de producción, se ha manejado alrededor de 300 personas. La mitad o un poco más eran actores, incluidos extras. Porque por un lado tienes al ejército realista, por otro lado al ejército indígena, tienes los seguidores de Sapa Inca, los seguidores de Gregoria, porque la esposa también tenía su batallón de mujeres. Eran bastantes actores.

Laslo Rojas: Tú me decías, el año pasado en la entrevista sobre Yana-Wara, que en ese rodaje al inicio tenías miedo, por alguna razón, sentías temor. Pero que en este rodaje, manejando un montón de gente, más bien estabas tranquilo, no tenías ningún temor. Cuéntanos, ¿cómo fue el rodaje de Los indomables?

Tito Catacora: Sí, en Yana-Wara lo que me daba miedo era el guion, parecía que tuviera unas energías negativas, terror me daba, me asustaba, no lo podía afrontar. Pero Los indomables no, nunca me dio ese temor, al margen de que es una producción más grande. Lo único fue que, en el momento del rodaje me he dado cuenta que el engranaje de la filmación era lento, no se movía como yo estaba acostumbrado. En un equipo más compacto, era rápido, se levantaban, desayunaban, se alistaban y listo, vamos al campo. Aquí más bien, veía uno está apareciendo y allá otro recién está despertando, otros están comiendo… No giraba rápido [el engranaje], eso me incomodó, porque estoy acostumbrado a otro ritmo. No se podía hacer nada, salvo que apliques la estrategia militar, el militar a la cuenta de tres ya está listo. Pero aquí son civiles, me dije: “eso no les va a gustar, peor va ser, y ese día tienen que actuar, su expresión va a cambiar”. Por eso demoramos bastante también, cerca de tres meses de rodaje, de octubre a diciembre del 2022. Así que eso fue lo complicado, pero se sopesa todos esos problemas y hemos sacado adelante el proyecto. Igual pienso que todos mis compañeros han contribuido totalmente, al margen de que no giraba tan rápido ese engranaje, pero sí han dado todo de su parte, siempre, hasta el final.

Laslo Rojas: Entonces el rodaje fue ya pasada la pandemia…

Tito Catacora: Sí, pero igual nos ha fregado. Cuando llegó la pandemia, todo querían suspender, pero si vamos a suspender, todo se arruina también, otros compañeros tenían que llegar, la fecha ya está separada, el avión está separado, terrible fue. La pandemia nos ha perjudicado también el rodaje. Pero qué podemos hacer, sacarlo adelante nomás. 

Laslo Rojas: ¿En qué locaciones se ha filmado la película?

Tito Catacora: En la región de Puno, en la provincia de Melgar, en Ayaviri, y en la provincia de Puno, en los distritos de Capachica, Paucarcolla, y en el mismo distrito de Puno.

Laslo Rojas: En nuestra entrevista anterior me decías que durante el rodaje de Yana-Wara sentías la pérdida, que ya no tenías a Oscar para apoyarte en él, en las decisiones que tomaban. ¿Acá te seguías sintiendo solo?

Tito Catacora: Acá yo sabía que ya no tenía a alguien más que me pudiera apoyar, al nivel de Oscar, entonces tenía que afrontarlo. Esta es una película que se ha hecho de acuerdo al material y recursos que disponíamos. Por ejemplo, para el plan de rodaje del día siguiente yo me proyectaba, ¿qué materiales tengo?, ¿qué es lo que no tengo? En función a eso hacía mi diseño, por ejemplo la fotografía o la ambientación, yo a diario construía una especie de storyboard.

Laslo Rojas: ¿Siempre mantienes la rutina de levantarte muy temprano en la mañana para hacer el storyboard antes que despierten todos?

Tito Catacora: Sí, siempre. Por eso duermo pocas horas, cada día regresábamos del rodaje durante la noche y después tenía que levantarme temprano, 3 ó 4 de la mañana, para estar pensando y planeando cómo va a ser el día siguiente.

Laslo Rojas: ¿Cómo ha sido el trabajo de fotografía con Julio Gonzales? Me decías que para este rodaje ya estaban más acoplados.

Tito Catacora: Yo pienso que para Los indomables ya nos hemos entendido muy bien. En Yana-Wara todavía un poco nos costaba, pero para esta película él ya sabía qué es lo que yo quería, de antemano ya me entendía. Pienso que hemos hecho una dupla muy buena en fotografía. De repente con otro compañero no sería posible esto, porque todavía le faltaría pensar cómo pienso, qué es lo que creo.

Laslo Rojas: En Yana-Wara grabaron usando un solo tipo de lente. ¿Acá cómo fueron los equipos que utilizaron para el rodaje?

Tito Catacora: En cuanto a óptica, hemos utilizado toda la maleta de lentes, en todos los ángulos. Generalmente intento encerrar el encuadre, no utilizo tanto los lentes de gran angular, sino de menos angular. Esa es una de las características de esta película, lo hacemos para generar desenfoque, para que tenga cierto tinte poético, eso es lo que me imaginaba.

Laslo Rojas: En las escenas de batalla, de combate, hay un efecto como de cámara lenta, se ve la imagen muy difuminada, ¿no?

Tito Catacora: Sí, está registrado así, es una imagen distorsionada, no es una imagen normal, es parte de la propuesta artística para los momentos de acción. Esto le da cierta particularidad a esas escenas.

Laslo Rojas: Luego, ¿cómo fue el proceso de edición? Veo en los créditos que lo hiciste tú solo.

Tito Catacora: Sí, en Cine Aymara antes la edición la trabajábamos Oscar y yo, en equipo. Pero ahora el Oscar ya nos ha dejado, así que lo trabajo yo y me acompaña Juan Quispe Mollenido, mi asistente. Juan se encarga de la cuestión operativa. Y por otro lado, a nivel de producción, también nos ayuda Verónica Hancco, que también aprendió bastante, a todo nivel. En edición, Juan opera y yo dirijo, indicando qué tomas vamos a seleccionar, cuál va a ser la secuencia, el ritmo, el tiempo que va a demorar, en qué punto vamos a cortar, etc., y así vamos avanzando. Obviamente trabajamos por versiones, en un primer corte la película me salió como cuatro horas, de las 40, 50 horas de material que teníamos. Así fuimos recortando, a dos horas y media, dos horas, yo he estimado que la película podía aguantar aproximadamente una hora y 45 minutos, y así lo hemos sacado. Creo que así es digerible.

Laslo Rojas: Mencionas a la productora Verónica Hancco, y para quienes no la conozcan, hay que mencionar que ella es la esposa de Oscar.

Tito Catacora: Así es, ahí también Oscar tiene su descendiente, es Katari [su pequeño hijo] quien nos acompañó en el Festival de Cine de Lima. Por eso trabajamos así, unidos.

Laslo Rojas: ¿Verónica ha trabajado anteriormente en la producción de las películas que ustedes han estado realizando?

Tito Catacora: Sí, en Yana-Wara ya se incorporó como productora de línea. En Los indomables también está en ese rol. En ese equipo tenemos también a Flor Quispe que está como jefe de producción.

Laslo Rojas: De todos los miembros del equipo, ¿la mayoría siempre sigue siendo, o cercano a ustedes, familiares, o gente de Puno? ¿O ahora también han incorporado personas de otras ciudades, además de los actores de Lima?

Tito Catacora: Para Los indomables creo que hemos dado más apertura para que puedan participar otros compañeros. Así ahora incluso no participó nuestra directora de arte anterior, que era mi hermana Hilaria Catacora. En ese rol tenemos al compañero Andrés Morales Mercado, de Arequipa. Siempre hay un equipo base, con los que hemos trabajado anteriormente, porque ellos ya conocen, tienen experiencia, eso siempre te da ese apoyo, ese respaldo necesario. Pero adicionalmente hemos convocado compañeros de todos los lugares, inclusive desde Loreto, está Yesi, en maquillaje. De Lima también, y algunos técnicos hemos complementado con compañeros de Puno.

Laslo Rojas: Quería volver al tema de los actores. Este personaje, “El demonio de los Andes”, es importante porque él marca una diferencia con el resto de personajes. Es igual de violento que los otros, pero además es muy sarcástico, es terrible. ¿Este actor es el que aparece en Yana-Wara, haciendo de curandero?

Tito Catacora: Exactamente, es el mismo, es el curandero. Se llama Francisco Torres, y vendría a ser otro actor fetiche, porque en nuestras películas anteriores, que llamamos ensayos cinematográficos, a él lo hacíamos actuar de todo. Una vez le hemos hecho actuar de “El condenado”, por ejemplo. Creo que él ayuda, porque tiene un rostro único, bien interesante. Y es alto, muy grande. En nuestra formación ese compañero nos ha ayudado bastante, porque él producía nuestras primeras películas de ensayos cinematográficos.

Laslo Rojas: ¿Él tenía experiencia haciendo películas?

Tito Catacora: Sí, sí tenía experiencia. [N.E.: Francisco Torres Cornejo dirigió el 2009 la película Pasiones en el Altiplano, estrenada en Juliaca]. Por eso yo siempre valoro bastante al compañero, y hasta ahora me sigue apoyando.

Laslo Rojas: Respecto a su personaje de “El demonio de los Andes”, ¿estaba escrito así en el guion lo que vemos en la película? Que es de lo más cruel, lo más sangriento.

Tito Catacora: Siempre estaba así en el guion, porque está inspirado en un personaje histórico, que se llama ‘El Tuerto’ Pedro Obaya. Este personaje fue comisionado por el mismo Túpac Amaru a Bolivia, para el reencuentro con Túpac Katari, porque Túpac Katari estaba cometiendo atrocidades terribles. Entonces Túpac Amaru lo envió con la finalidad de convencerle que no sea tan atroz, porque así la rebelión no iba a prosperar. ‘El Tuerto’ era un bravo, los españoles estaban sitiados, no salían de sus casas, no salían por nada, y a él ahí se le ocurría simular unas escenas de guerra entre los españoles y los indígenas. Así era, travieso, por eso nosotros hemos cogido un poco esa idea, y obviamente eso depende mucho de quien dirige la película, siempre interviene ahí la mano de un director. Yo quería hacer algo más cruel, así que lo hice en ese sentido.

Laslo Rojas: Para ir terminando, dime ¿qué expectativas tienes cuando la película se estrene y el público la vea?

Tito Catacora: Espero que tenga acogida, porque estamos tratando un tema histórico social que ha ocurrido, y como nosotros le damos nuestro enfoque, que es mostrarlo desde el punto de vista del oprimido, del vencido, o del poblador originario. Ahí creo que radica la diferencia, no es una película común, porque lo normal sería ver que el español oprime al indígena, pero acá no. En ese sentido es contestataria la película, y abordamos así diferentes temas. Por ejemplo hablamos de la religión, porque nosotros intentamos defender a nuestro dios Sol, o nuestros apus tutelares. Por eso es que en forma de sarcasmo, hay como una especie de burla hacia un dios, digamos, occidental.

Laslo Rojas: Son temas que tú sabes que pueden causar polémica en un público más amplio, entre gente que se puede ofender por su creencia religiosa, al ver esas imágenes del Cristo o de la virgen…

Tito Catacora: Bueno, lamentablemente va a haber gente que le pueda chocar, porque no están acostumbrados a que alguien pueda expresarse en ese sentido. Pero hay que entender que la colonia nos trajo eso, prácticamente nos ha arrasado a los pueblos originarios. En primer lugar, hablando sobre sus dioses, han intentado matar al dios de los pueblos originarios. Porque si se quiere conquistar una cultura, primero hay que matar a su dios. Así establecieron la extirpación de idolatrías, el manejo de sus dioses. Luego, a cada persona le han prohibido llevar sus nombres originarios, se llamaban Mamani, Condori, y les cambiaron por nombres de santos, Pedro, Pablo, Agustín. Entonces, ese fue un duro golpe que ha sufrido el pueblo originario. Hay que entender que las culturas se deben de respetar. Cuantas culturas existen en el mundo, tantos dioses debe de haber, no solamente un dios, omnipotente y poderoso. Porque si fuera así, ¿dónde estaría la interculturalidad? Nosotros estamos buscando la interculturalidad en nuestra identidad, por eso existen ese tipo de escenas que mostramos en la película. Pero, a veces creo que de buenas formas no se puede, pues. 

En un momento dado hay que reaccionar con una posición, y sobre eso se pueden, finalmente, llegar a acuerdos o respetarnos mutuamente. Es como los incas con los qollas, no se pasaban por nada, porque el inca no podía vencer a los qollas en el Altiplano. Tenían una rivalidad extrema, pero al final llegaron a acuerdos. “Ya, tú vas a gobernar, pero déjame a mí con mi cultura, con mi idioma”. Yo creo que no hay derecho de que atenten contra nuestros dioses. Es lo que [los españoles] han hecho contra el dios Sol, con la extirpación de idolatrías, y han hecho peores atrocidades con la Santa Inquisición. Entonces, ¿por qué no podemos decir la verdad? ¿Cuál es el temor? El temor es que tenemos una mentalidad colonizadora. Pues no, hay otro tipo de pensamiento también.

Laslo Rojas: Viendo en la película aquellas imágenes de la crueldad y las barbaridades que se cometían, que eran para defenderse o a manera de venganza, me quedó la impresión si, con el paso del tiempo, esos mismos actos cruentos fueron similares a los que luego vimos durante los años ochenta, cuando surgió Sendero Luminoso, y las matanzas que cometen ellos también. ¿Tú crees que puede haber alguna relación ahí, entre lo que sucedió siglos atrás y hace unas décadas, en el sur andino?

Tito Catacora: Hay que entender que en el caso del terrorismo, esa ideología no es peruana, no es de la cultura andina, ni amazónica. Nosotros [los aymaras] nada tenemos que ver con esas ideologías foráneas, son ideologías que vienen de Occidente, de Europa, son de Marx, de Lenin, o de Mao Tse-Tung, asiáticas. Por eso en la región aymara Sendero Luminoso no pudo ingresar ni un metro, nada. ¿Por qué? Porque somos una cultura sólida, nosotros tenemos nuestra propia ideología, nuestra propia filosofía que nos han dejado nuestros ancestros. Esa filosofía es el buen vivir. Entonces ahora, en la obra de Los indomables si se ven batallas, guerras, matanzas, es porque estamos hablando de una revolución, de indígenas que intentan cambiar el paradigma. Obviamente se van a tener que dar esos eventos violentos, eso creo que hay que entender.

Laslo Rojas: ¿Qué viene a continuación contigo Tito? ¿Piensas en hacer más películas o vas a dedicarte a otras actividades?

Tito Catacora: De acuerdo a nuestro concepto andino, el futuro es incierto, algo así me parece que está ocurriendo conmigo. Por un lado, puedo todavía seguir dedicándome al cine, y por otro lado también de repente a otras labores, otras actividades tengo que desarrollar. En algún momento me puse a pensar, ¿por qué no hacer también películas de corte comercial? Porque nosotros estamos haciendo generalmente películas de arte, lo cual tiene su mérito, te da cierto prestigio, pero también tienes limitaciones. Porque el cine sabemos que es arte, es comunicación, y aparte de eso también es industria, pero como industria no está funcionando, no hay rentabilidad económica. De repente puedo variar, de repente puedo hacer una película comercial.

Laslo Rojas: Te lo preguntaba, porque escuchando el discurso que diste el día de la presentación de la película en el festival, yo sentí que era un especie de discurso político, estabas hablando ante el público como un político, ¿podría hacer?

Tito Catacora: Claro, por naturaleza el ser humano es un animal político, eso es lo que dijo Aristóteles. Hay gente que se dedica a eso, y yo también me he dedicado a la política, fui gobernador de mi distrito, fui subprefecto de la provincia de Puno, también he sido candidato a alcalde, a regidor. Ahora más bien soy un político inactivo, así que podría volver a la actividad política, no lo descarto.

Laslo Rojas: ¿Podrías llevar en paralelo la vida política con la vida de cineasta?

Tito Catacora: Yo creo que no, no creo que se pueda. Conociéndome, tendría que dedicarme bien a la política, de repente un cierto tramo, puede ser tres o cuatro años. Soy educador de profesión, soy docente, pero no estoy laborando en eso, ahora me aboco netamente al cine. Lo cierto es que tengo opciones, puedo trabajar como docente, puedo trabajar en el campo del cine, también puedo dedicarme a la actividad política, pero no está descartada ninguna posibilidad.

Entrevista realizada por Laslo Rojas, el 17 de agosto de 2024, en el Festival de Lima, en San Isidro.


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