La Noche de los Cortos 2010: «Miracle Fish» y otros


Comentamos aquí algunas obras participantes en la Competencia Internacional del Tercer Festival La Noche de los Cortos, que se desarrolla en el cine UVK Larcomar hasta el miércoles 8 de setiembre.

Miracle Fish, de Luke Doolan. Australia, 2009. Notable historia de un niño retraído que descubre el colegio repentinamente vacío y disponible para él solo, en el día de su octavo cumpleaños. Las instalaciones educativas, despobladas y amplias, y los movimientos cautelosos de la cámara, recuerdan el tono elegiaco de Elefante, de Gus Van Sant. Pero en este caso el terror colectivo está sugerido en ese espacio desocupado, una llamada misteriosa y el encuentro con un sujeto desorientado que porta un arma. Doolan maneja muy bien el silencio, la pausa, la tensión en ese diálogo de solitarios y la abrupta resolución. Miracle Fish, nominado al Oscar 2010 y ganador de varios premios, es un fogonazo lanzado contra la inocencia infantil.

Fronteras, de György Kristóf. República Checa, 2009. Situación sencilla, narrada de forma seca y expeditiva, en locación suburbana donde un cementerio de autos también entierra esperanzas. En uno de los vehículos desahuciados, una joven madre coge un recién nacido y camina unas dos cuadras, ingresa a un modesto inmueble y pasamos al fundido en negro. Luego vemos el desplazamiento inverso, un semblante más pálido y un fajo de billetes delatores. Todo con cámara en mano implacablemente cercana y un blanco y negro que no concede matices.

El amor dura 27 planos, de Diego Pérez e Ignacio Bernal. España, 2009. Una chica y un chico en pasajes de intimidad. El título adelanta la abreviatura que los autores hacen de la trayectoria de una relación amorosa, vista desde un plano cenital inamovible que encuadra cómo se transforma el deseo y el vínculo en lejanía y tedio. La idea visual no está mal, se juega con la iluminación y la dirección artística –a medida que avanza el deterioro las cosas van desapareciendo en el entorno de la cama–, pero en cierto momento la voz en off y la música llegan a estorbar algo y el ritmo no llega al plano 27.

5 recuerdos, de Oriana Alcaine y Alejandra Márquez. México, 2009. Irma es una joven que, durante el proceso de la cocina diaria, siempre olvida un ingrediente en la visita al mercado. Las directoras primero se acercan a su protagonista en planos detalle, cortes picados y breves animaciones, y luego se trasladan a la niñez y adolescencia, en un escenario fantástico, onírico, de sobresaltos y traumas. La puesta en escena es frondosa, pródiga en sensaciones, colores contrastados, locaciones amplias, tomas acuáticas y encuadres imbricados (la escena del lodo recuerda un videoclip de Maná). Es el cierre amable de episodios agridulces, la mirada inocente a un ancla del pasado.

No robarás, de Javi Alonso. España, 2009. Una ladronzuela llega a su casa luego del quehacer diario y revisa lo robado. En la noche la sorprende una llamada al celular que ahora posee y se topa con un drama familiar, en un monólogo que es contestado con un silencio que resulta muy expresivo para el otro lado del auricular. Anécdota simple, concisa y suficientemente resuelta que se concentra en la actriz Vito Rogado, primero en medio del vértigo de la calle y luego en su soledad, y que al final hace un guiño al Decálogo y el sétimo mandamiento violado.


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