O al menos eso es lo que se desprende de una entrevista que le hacen en El Clarín, a partir de un entusiasta periodista que, prácticamente, lo invita a su país para que filme. Comenta Woody:

«Sería, sin duda, una posibilidad. Pero lo que pasa es que la gente de Londres me financia la película, la gente de Barcelona financia mi película. Lo que uno realmente necesita cuando se filma en un país extranjero es el respaldo financiero y la cooperación del país.»

Además, cuenta que sigue utilizando la misma máquina de escribir que compró a los 15, que jamás ha usado una computadora ni pretende utilizar el internet (es decir, no conoce Cinencuentro, ja) y que continúa tocando con su banda de jazz todas las semanas («pero no compongo, en realidad soy bastante malo«).

Pueden leer la entrevista completa en El Clarín. ¿Invitaría Mulder a Woody para que realice una película histórica en el Perú? ¿Lo financiaría? Allen sería un extraordinario candidato pero, estoy seguro, entregaría un producto final mezcla entre Bananas y Love and Death porque, de hecho, se daría cuenta que su productor es un payaso.