Dentro del convulsionado panorama de los años ’60 y la declarada contracultura, la banda canadiense sencillamente conocida como The Band ocupa un lugar muy especial. Transitando a menudo entre la tan americana mezcla de soul, rock’n roll y muchas veces el country, supieron hacerse de un lugar como parte de esa sociedad en protesta, en busca de una identidad perdida en algún punto del camino. No tardó mucho tiempo para que los liderados por Robbie Robertson y Rick Danko dejaran su huella imborrable también dentro del cine.

El emblemático manifiesto hippie que fue Easy Rider nos mostraba los vagabundeos de un par de estos especímenes, acaso huyendo de una guerra ya perdida por anticipado y tratando de disfrutar un último respiro liberados del peso inmediato de esa realidad. En un momento veíamos a los errantes Peter Fonda y Dennis Hopper balanceándose al ritmo de The Weight, clásico y ejemplar himno de esa búsqueda jamás satisfecha:

Casi diez años después, y pasada ya la crónica de esa derrota anunciada, el gran Martin Scorsese se convirtió en el reportero nostálgico de esa nube de colores desaparecida, llevando al cine la despedida misma de la banda ocurrida en 1976. Momento musical prodigioso en el cual se dieron cita varios compañeros de trinchera como Bob Dylan, Van Morrison o Eric Clapton. The Last Waltz es un filme notable, realizado como documento pero también como alucinado espectáculo. De eso podemos darnos cuenta en esta interpretación de The Weight, en otra época pero con el mismo sentimiento: