Críticas de la semana: opiniones encontradas


La conquista del honor, Niños del hombre y El custodio son las tres cintas sobre las que se vuelcan los críticos de la prensa escrita nacional esta semana. Veamos.

Flags of Our Fathers

De La conquista del honor, posiblemente el mejor estreno de la semana, se ocupa Alberto Servat en la sección Luces de El Comercio, reflexionando sobre el fondo de la película:

No es en los momentos de acción donde encontramos a Eastwood en su plenitud, sino justamente en el repaso crítico de las circunstancias tras un hecho al que nadie se había atrevido a cuestionar. Eastwood es brillante justamente en esa mirada sarcástica, capaz de cuestionar a los héroes oficiales y a sus creadores. (…) No hay gloria en el campo de batalla, parece gritar cada plano de las escenas bélicas del filme.

También opina Enrique Silva de Correo, que no cree que sea tan buena:

Es un error el creer o esperar que todo gran cineasta tiene la obligación de hacer una obra maestra cada vez que se coloca tras las cámaras. Decimos esto porque su filme La conquista del honor no pretende ser ni por asomo el mayor drama bélico de la historia del cine, sino solamente contar un singular hecho que merece una atenta reflexión. El viejo Clint ha armado una película interesante, honesta y sin espacio para la demagogia, cuya exposición sobre el heroísmo aporta una incuestionable visión crítica. Sin embargo, la historia no está completa, ni siquiera con la imagen actual del monte de los héroes, tras los créditos finales de la cinta. Falta el punto de vista japonés.

De la argentina El custodio solo se encarga Ricardo Bedoya en El Dominical de El Comercio. Él la reseña así:

El custodio es un personaje que no aspira a nada, no desea nada, no pretende nada. Podría haber sido el hombre que nunca estuvo si es que su presencia no fuese a la vez evanescente, casi imperceptible, pero también omnipresente. Y Moreno le da forma visual a la paradoja del individuo que siempre está allí sin que nadie lo mire o le haga mayor caso. (…) filma con seguridad. Sabe crear tensión con los tiempos que se alargan, con las conversaciones banales, con la sensación de estar viendo los movimientos del poder desde la trastienda.

La otra cinta que suscita opiniones encontradas es Niños del hombre. Por un lado, Isaac «Chacho» León de La Primera se complace con la cinta y su director:

El realizador mexicano Alfonso Cuarón demuestra tener una buena mano y no sólo en el manejo de la acción exterior. También en la dirección de actores, con un Clive Owen muy en caja en el rol protagónico y en el diseño visual y escenográfico (mérito compartido con el fotógrafo Lubeszki y el director de arte). (…) Aunque muy distinta en su tratamiento fílmico a Epidemia, de Danny Boyle, las dos cintas comparten resonancias parecidas en la recreación de un Apocalipsis que parece estar a la vuelta de la esquina.

En Somos, Sebastían Pimentel se muestra más medido con los adjetivos en su comentario:

Niños del hombre es una rara mezcla de aventura futurista y poema existencial con ingredientes de drama y comedia. En efecto el humor convive en esa sensación de muertos en vida que rodea a los personajes. No es un humor cínico, sino aquel que se desprende de las situaciones extremas. [..] Cuarón se ha convertido en un poeta conservando su tono menor, cambiando a Gael García y Harry Potter por personajes adultos y más cercanos a nosotros.

Pero a quien no le gustó fue a Federico de Cárdenas de La República:

Niños del hombre presenta problemas que hacen que sus personajes y el modo cómo se relacionan sean mucho menos atractivos que los microclimas enrarecidos que atraviesan. Una de las trabas es el propio personaje de Theo, interpretado con monocorde y abrumadora seriedad por Clive Owen; la otra es la obviedad de la fábula mesiánica, que hace que el espectador sepa que, no importa cuán terrible sea lo que suceda, a la madre y su bebe nada puede ocurrirles.

Temas:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *