La cinematografía venezolana ha empezado con buen pie el 2008, pues en lo que va del año un total de cinco películas ha encontrado lugar en la cartelera de su país. Hablamos de la comedia de aventuras Puras joyitas de César Oropeza y Henry Rivero (lanzada casi en Año Nuevo), el documental Más allá de la cumbre de Juan Carlos Durán (enero), y tres en febrero: El tinte de la fama de Alejandro Bellame, Por un polvo de Carlos Malavé y Cyrano Fernández de Alberto Arvelo.
Y hay variedad. Para referirse sólo a las más recientes, las de febrero, la ópera prima El tinte de la fama narra en tono de comedia cómo una joven se convierte en doble de Marilyn Monroe para participar en un concurso de TV. Por su parte, Malavé, otro director debutante pero con experiencia como productor, presenta en Por un polvo a un alicaído cineasta implicado por accidente en un lío de drogas. Cabe precisar que es una coproducción con el Perú, específicamente con la productora Imagyc.
Cyrano Fernández, una coproducción con España, acaba de llegar a las salas recién el viernes pasado, 29 de febrero. Se trata de la nueva obra de Alberto Arvelo, quien hace unos años visitó el Festival Elcine con el filme Una casa con vista al mar, de la que guardamos un grato recuerdo. Era el íntimo retrato de un hombre maduro y su menor hijo, que deben sobrellevar la pérdida de la esposa y madre, respectivamente, en una recóndita localidad del campo venezolano que impresionaba por sus bellos parajes. Protagonizada por el actor español Imanol Arias y Leandro Arvelo, vástago del director, la cinta conseguía una excelente dupla actoral y un logrado clima de ilusión y melancolía, a través de la necesidad del niño de acercarse al pasado de su progenitora y la obsesión por la única fotografía dejada por ella, tomada en su juventud frente al mar, un espacio desconocido para el pequeño.
La nueva entrega de Arvelo toma como punto de partida Cyrano de Bergerac, la clásica historia de Edmond Rostand, para narrar el triángulo amoroso que forman Cyrano Fernández, Roxana Padilla y Cristian Santana, en el que cobra especial preponderancia el escenario callejero donde se desenvuelve, un barrio de Caracas de laberínticos escalones y callejones. El personaje femenino recae en Jéssika Grau, que también actúa en el policial de Malavé.
Los peruanos ya conocemos a la escultural Jéssika, por las infartantes publicidades de una marca de cerveza e incluso de una emblemática gaseosa. Ahora la pueden ver además en el tráiler de Por un polvo.
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