Película delirante de la directora de Mami de te amo (2008), llena de humor negro. Un viaje onírico a través de los ojos de un hombre marginado, pero abierto a la aventura.
La película de la chilena Elisa Eliash cuenta la historia de Ramiro, un tipo de clase media, apodado el “waton” que siempre disfruta comer, fumar y recorrer la ciudad de Santiago. Su gran figura, y su manera de hablar, son las primeras señales de comedia negra en la película. Sus actividades rutinarias, con un montaje pausado y rítmico, muy similar a esas películas japonesas donde la absurdidad se puede volver risible y al mismo tiempo propio de los recuerdos y de los sueños.
Sin saber qué hacer con su vida, dedicado al periodismo, Ramiro, después de sufrir un accidente, comenzará a ser el centro de historias dentro de historias. Todas se las cuenta a sus amigos, colegas y vecinos. Pero el viaje central es todo aquello que pasan por sus ojos. Ojos que cada vez se van casando hasta volverlo más débil y confundido con su entorno.
A Ramiro le encargan seguir y escribir sobre una exrockera ya en decadencia. Su fama musical le atrae a un editor, y su posible muerte también. Ahí comenzará su aventura, y también de la película, pues Eliash da saltos temporales volviéndose todo un juego, con un enigma al estilo de “Vértigo” de Hitchcock, pero con una adaptación muy libre. Esta ex rockera, rubia, chilena, lleva una vida desenfrenada, sin embargo; nace un vínculo y una obsesión entre el investigador y la investigada.
Aquí estoy, aquí no es película muy recomendable, con un pulso alternado entre planos fijos y cámaras no fijas, con destellos de luces y desefonques, ideal para los que les gusta el humor negro, personajes muy honestos consigo mismos, casi convertidos en sátira, y una realidad puesta tan de cerca al realismo mágico, pero centrada en la imaginación de un sólo personaje, en este caso, Ramiro.
Funciones: Viernes 13 – 1:15 p.m., y Sábado 14 – 4:45 p.m., ambas en el Abasto Shopping.
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