[Festival de Berlín] Between Revolutions (2023), de Vlad Petri

between revolutions

Un documental epistolar que se inspiró de las tantas misivas que fueron confiscadas por el departamento de seguridad de la Rumanía bajo el régimen de Nicolae Ceausescu. Between Revolutions (Între revoluții, 2023) nos retrae a los estados de represión y las respectivas revoluciones que surgen en dos naciones distintas. En un extremo, Irán estaba a un paso de la revolución popular que traería de regreso el estado islámico a manos del líder ayatolá Ruhollah Jomeiní, mientras que, en el otro extremo, Rumanía tendría que aguardar a la caída del comunismo para alzarse contra el gobierno de Ceausescu. Para ello, el documental de Vlad Petri se vale de una gran cantidad de material encontrado de finales de los 70 hasta finales de los 80 y el intercambio de cartas de dos jóvenes estudiantes de medicina, una rumana y otra iraní, distanciadas por el espíritu revolucionario de una. Cada una nos describirá sus días bajo un sistema opresor. Es una época de muchos acontecimientos y cambios políticos en el mundo. En efecto, cada territorio tenía su propia guerra que no tenía que ver con algún conflicto vecino —salvo excepciones—. Sin embargo, es a raíz de esta lectura comparada entre dos naciones aparentemente disímiles que podríamos aventurarnos a pensar que las causas y demandas populares de uno u otro país no se diferenciaban del todo. Y es que la sublevación popular por entonces casi siempre reaccionaba ante un mismo problema: colonialismo. 

En Irán, en 1979, se luchó por una independencia contra el colonialismo encubierto del Reino Unido y Estados Unidos. Años después, en Rumanía, se fortaleció una revolución dispuesta a descolonizarse de la dictadura de Ceausescu y dejar la puerta abierta al colonialismo de Estados Unidos. El diálogo entre los dos personajes de este documental va creando momentos de ironía. Podríamos decir que en el otro lado del mundo la realidad de los conflictos es distinta, a propósito de las tendencias políticas —derecha, izquierda, islamismo—, muy a pesar, no dejan de ser las mismas si simplemente se presta atención a las demandas de una población, por ejemplo, que lucha en favor del derrocamiento a un estado que apela por la corrupción, la dominación de la mente, la erradicación de las tradiciones o que atenta contra la igualdad de roles. A propósito, esta última demanda descubre un detalle particular de las revoluciones. El nuevo régimen, abalado por la revolución, no siempre será lo mejor para una nación. Tal vez sí para una mayoría —hasta que esta incluso se desencante—, pero siempre habrá por lo menos una fracción que reacciona ante las nuevas normativas que cancelan o prohíben eso que estaba bien. Sucedió con el uso obligatorio de la yihad en Irán. En Rumanía, cuando todo aparentaba estar bien, las políticas comunistas comenzaron a promocionar sus mensajes de las “buenas amas de casa”. El conservadurismo casi siempre será uno de los aliados de la colonización.

Between Revolutions es como un intercambio postal en tiempos de guerra. Tópicos como el cuestionamiento al régimen, los métodos de persecución, la resistencia, la esperanza o la desesperanza, o la crisis económica forman parte de este documental. Pero está también ese perfil romántico o que incluso insinúa lo melodramático. Tenemos pues a estas dos grandes amigas que fueron separadas porque el frente de una anunciaba la proximidad de una guerra. The Big Parade (1925) o The Deer Hunter (1978) son uno de los tantos ejemplos de historias en donde amantes o amistades se separaban consecuencia de la guerra. En tanto, el horror de la confrontación bélica alimentaba ese deseo por retornar. Convertía el reencuentro en una obsesión. Esto sucede en la película de Vlad Petri. Hay un gran peso dramático en esa distancia física. Además del intercambio de testimonios de la evolución de las crisis o conflictos, hay un momento especial para el intercambio de recuerdos, cariños y promesas. Es curioso cómo, en cierto punto, una de las mujeres sutilmente compara su inapetente vida de casada con los jubilosos tiempos en que compartía camaradería con su compañera a la que no ha visto en años y a quien teme olvidar su rostro. En definitiva, Between Revolutions tiene un perfil homoerótico o, para ser más exactos, homomelodramático. Ese drama, junto a las canciones de época que suenan, convierte a la película por momentos en un material nostálgico y entrañable.


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