«Un chant d’amour», el cine de Jean Genet


Jean GenetEscritor de vida tan turbulenta como sus mismas obras, Jean Genet se convirtió desde los años 40 en una de las figuras más prominentes y polémicas de la cultura francesa. Hijo de una prostituta, Genet pasó sus primeros años en hogares ajenos, y pronto tuvo problemas con la justicia por constantes robos y prostitución masculina. Pero ese paseo por los bajos fondos fue nutriendo también una idea, una estética que fue cultivando para plasmarla en el momento que decidió trasladarla al papel. Fue tras haber superado más de una decena de arrestos que terminó por dar en una celda de por vida. Tiempo fuera que sin duda le valió para darle coherencia a una obra literaria que de a pocos era publicada en Francia y era aplaudida por las más diversas personalidades como Cocteau, Sartre, y hasta Picasso. Tras la mediación de estos, el condenado Genet salió de la prisión para dedicarse a alimentar una fama de artista excéntrico, prolífico y genial.

Toda su obra, que incluye novelas, dramas, poesía y ensayo, gira en torno a las descripciones sórdidas del bajo mundo, especialmente las que derivan de su más que conocido mundo homosexual marginal, ambientes miserabilistas o de extraño exotismo en los que se desarrollaban intrigas a las que adornaba de un singular lirismo y que se convirtió en emblema para muchos en las décadas posteriores. Varias de sus obras más notables como Las criadas, Severa vigilancia y Los biombos; fueron adaptadas a la televisión en los años 60; Fassbinder hizo de su Querelle, una de las películas más polémicas de su carrera; y su fan David Bowie le dedicó The Jean Genie.

Una faceta que exploró brevemente fue la de cineasta. En 1950 dirigió Un chant d’amour, se trata de un no menos provocador cortometraje en el cual se vislumbran, con sorprendentes ideas cinematográficas, todos los fantasmas y obsesiones que lo caracterizaron. Apenas le basta el reducido espacio de un par de celdas de una prisión y algún exterior para crear una atmósfera cargada de un erotismo perturbador. Fantasías sexuales, miserabilismo y romance, reunidos en imágenes que van de lo sugerente a lo explícito. Una muestra más de ese talento maldito, al que el destino le permitió una vida bastante larga a decir verdad. A continuación, pueden ver este trabajo, pero ojo, que el contenido no es para todos los gustos y sensibilidades:

(Vía Moonfleet)


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