Trash Humpers, nuevo ejemplo de cómo obtener belleza reciclando caos y fealdad, es un retorno a la radicalidad de las películas que lo hicieron reconocido, Gummo (1997) y Julien Donkey-Boy (1999), tras haber pasado por un cine más convencional con Mister Lonely. Su ausencia de cerca de 7 años, tras un total desapego hacia el quehacer cinematogáfico, dio oportunidad para ponerse al día con la particular e influente visión artística de Harmony Korine, tan alabado por directores como Bertolucci, Godard, Herzog, Gus van Sant y Lars von Trier.
Tuve la oportunidad de conocerlo hace unos días en el marco del 39º International Film Festival Rotterdam junto a una colega rumana, Miruna Vasilescu, e intenté retratar nuestra conversación sin mayores pretensiones periodísticas.
PS: Subtítulos en español aún no están disponibles.
Esta entrada fue modificada por última vez en 9 de febrero de 2010 13:13
Esta web usa cookies.
Ver comentarios
"Los niños de un año aman la comida peruana" (un cebiche bien picante, jaja). Ya no me sentire tan culpable cada vez que me baje una de sus películas, ¡Harmony Korine eres un p**o genio!
Harmony Korine es lo maximo!
Vean Gummo!